La  huelga general (14/11/2012) realizada por las centrales obreras,  organizada también en otros países europeos, fue para protestar por la política económica aplicada por Rajoy. José M. Aznar, ex presidente del gobierno, en su libro “España puede salir de la crisis”, publicado en 2009,  recomendó una nueva Agenda Nacional de Reformas para sacarla de su atolladero. Entre las principales están la reforma fiscal del Estado, del modelo autonómico, laboral, del sistema de pensiones, financiera y liberalización de mercados.

Aznar propone una reforma fiscal y del Estado con austeridad y disciplina presupuestaria, racionalización y disminución de su tamaño, recorte del empleo público, privatización de empresas públicas, rebajas de impuestos y  reforma al modelo de las autonomías. Para esta: venta de empresas públicas, reducción de gastos, deudas y renegociación del modelo de financiación. Además, una reforma en el modelo de prestación de servicios públicos, sobre todo de salud, con la privatización de estos.

La reforma laboral, plantea Aznar, debe basarse en la flexibilización del mercado de trabajo para incentivar el empleo, eliminar rigideces, rebajar salarios, aumentar la jornada laboral, cambiar la negociación colectiva, modificar las modalidades de  contrataciones,  incentivos en el seguro de desempleo y una política activa de empleo. En la reforma del sistema de pensiones, propone formas de jubilación más flexibles (que significa aumentar la edad de jubilación).
Para la reforma financiera, propugna una reestructuración y redimensionamiento del sistema financiero, superar las debilidades de las cajas de ahorro afectadas por interferencias políticas y mal gobierno corporativo. Para ello, es necesario un saneamiento e intervención en el sector bancario, con subastas y absorciones.

En cuanto a la liberalización de mercados, sugiere colocarlos bajo el juego de la libre competencia, que elimine los privilegios, los favoritismos o intereses políticos. La política de competencia debe impulsar el libre mercado  y fortalecer la institucionalidad de los organismos reguladores.

Esta es la agenda  de ajuste y reformas estructurales del Banco Mundial, FMI y  de la UE. Es lo que ha aplicado Rajoy en forma de shock (excepto la rebaja de impuestos). Es la receta neoliberal para equilibrar y estabilizar la economía. En cuanto a lo fiscal, lo que interesa es el recorte del gasto, para disminuir el déficit,  sin importar que estos sean sociales, a fin de cumplir con las condiciones del salvataje bancario. Un estudio del Ministerio de Hacienda  señala que 20,6 millones de españoles están en situación de precariedad debido al aumento del paro, la rebaja de salarios y los ajustes realizados por el Gobierno. El propio FMI señaló que la excesiva austeridad  es política y socialmente insostenible, recomendando un ajuste gradual.

La  huelga masiva  buscó parar y humanizar el ajuste, que ahorca a los españoles. El sacrificio no es para los causantes de la crisis (banqueros y políticos) sino para la población. Incluso ni la muerte de los que han sido desalojados (desahuciados)  de sus casas logra frenar esta política inhumana, en la que hay ecuatorianos afectados.