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El Telégrafo
Juan Montaño Escobar

Ese fue el medio no el fin

26 de septiembre de 2018 - 00:00

La guerra civil (1913- 1916) fue “el instrumento político” de liberación del concertaje de la negritud ecuatoriana, aunque cambió en algo el aprecio social, la ciudadanía a secas es limitada. Este y algunos posteriores entrecomillados son del libro De la guerra, de Karl von Clausewitz. Una larga cuerda de “historiadores” suele llamarla “guerra de Concha” confundiendo adrede o por razones raciales (o racistas) biografía con Historia. Y aún tienen la audacia intelectual o por sobrecarga de prejuicios de denominarla “revolución de Concha”. Ni guerra con dueño ni cambio radical, más bien fue el ejercicio político imprescindible para derrotar esa eternidad de injusticias contra las comunidades negras.

Estas tribus de contadores de hechos históricos jamás entendieron que en la guerra desde siempre la vida individual es valor supremo y es el derecho a preservar.  Mejor dicho: nadie quiere ni ha querido ni querrá una guerra. Hay las excepciones de pequeños grupos, pero ese es otro tema. Este jazzman va a reinterpretar un párrafo de K. von Clausewitz: “Hasta en la osadía hay sabiduría y prudencia, pero su apreciación responde a una escala diferente de valores”. En la madrugada del 24 de septiembre de 1913, el medio centenar de personas que asaltó el cuartel de la policía asumió su nueva “escala de valores” resumida en “vencer o morir”, fue esa manejable fatalidad que sirvió para enfrentar la circunstancia decisiva.

El discurso previo sobre lo que debió fortalecer el memorial de humillaciones con la oportunidad del próximo desquite. La herencia cimarrona de siglos estaba ahí ni siquiera agazapada, le faltaba completar el salto. Ese cruce de historias: liberales (política partidista) y esclavizaciones confluyeron. K. von Clausewitz escribió: “Pero la guerra no constituye un pasatiempo, ni una simple pasión por la osadía y el triunfo, ni el fruto de un entusiasmo sin límites;…” No es arrechera de un prócer, sino política popular por otros medios. Más definitivos y radicales. (O)  

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