Vaya sorpresa que resulta leer que el claustro economicista neoliberal nos hable de constituirse en un foro: “como un espacio de razonamiento técnico, patriótico y libre de otro interés que no sea el de la patria”. ¿Patria? Bueno, lo primero, ya que pretenden ser técnicos y patrióticos -algo muy difícil de creer- es que critiquen técnica y moralmente a sus coidearios empresariales, que se enriquecieron con la bonanza de las materias primas, pero que no tuvieron la más mínima reciprocidad de volver a invertir las ganancias que obtuvieron en este país, sino que bien supieron buscar los mecanismos para evadir el pago de impuestos, dejando sus capitales en esas lacras mundiales, llamadas paraísos fiscales.
Segundo, esperemos que su “razonamiento técnico” incluya los costos morales que causó la aplicación de una doctrina perversa como la neoliberal que enriqueció a unos pocos a costa, no solo de la salida forzosa de su patria de más de un millón de ecuatorianos, sino de desmantelar el sistema político, haciendo al Estado a su imagen y semejanza, empobreciendo a millones de ecuatorianos.
Tercero, que pronto este foro de ilustres neoliberales exhorte a sus gobiernos aliados para que terminen de extraditar a aquellos banqueros cínicos que se llevaron millones de dólares y que, sin descaro alguno, incluso, buscaron que el Estado les dé el “vuelto”. No se entiende de qué familias y empresas hablan. Muy difícil creerles que tomen en cuenta a los pequeños y medianos empresarios, que son la mayoría.
Bueno sería que digan a sus colegas banqueros que bajen las tasas de interés y prioricen el crédito productivo. Dicen que quieren “ayudar a recuperar los equilibrios macroeconómicos”. Entonces que denuncien a los evasores, que impulsen una reforma fiscal para incrementar los impuestos a los más ricos, como bien lo piden los organismos internacionales. Pero no, acá los ilustres exgerentes, exministros, exvocales de la partidocracia, exigen la ¡reducción de impuestos! Su ortodoxia no les permite comprender técnicamente que el recetario clásico de austeridad es un rotundo fracaso en el mundo entero.
Todo foro que se precie de ser tal, debe incorporar como principio la ética académica, intelectual e histórica, si no, no hay patria que los aguante. (O)
