Leopoldo Brizuela nació en La Plata en 1963 y falleció el pasado 14 de mayo en Buenos Aires, tras una larga enfermedad. Estudió Letras en la Universidad de La Plata.
Narrador y traductor, ha publicado varios libros: Tejiendo Agua (Premio Fortabat 1985); Fado, libro de poemas (1995). Las novelas: Inglaterra. Una fábula (Premio Clarín de Novela 1999 y Premio Municipal de la ciudad de Buenos Aires; Alfaguara 1999), entre otros.
En 2012 se hizo con el Premio Alfaguara de Novela con su obra Una misma noche. Esta novela está narrada como el cuaderno de notas de un detective que al descifrar algunas pistas se indaga a sí mismo y se expone al crimen organizado. Una misma noche es una novela de suspenso que explora el rol de los ciudadanos enfrentados a las formas más brutales y secretas del poder.
Aborda temas como el miedo y la cobardía frente a los abusos impuestos por la dictadura militar argentina. Brizuela da un testimonio íntimo, político y perturbador en el que él y su familia fueron víctimas en su casa en 1976, a poco de iniciada la dictadura militar en Argentina.
Una narración histórica que marcó la vida cotidiana de tantos ciudadanos y dirigentes políticos que fueron víctimas de la represión y la violencia impartidas por un poder que arrasó con la paz de una nación.
Una misma noche habla de la memoria, de los sueños rotos, de los gritos estampados en las paredes de las casas allanadas a patadas. Brizuela maneja con mucha destreza el juego del tiempo en esta novela. También la construcción de los personajes es magistral, sus voces nos revelan un manejo psicológico profundo de cada uno de ellos.
Una novela que nos transmite ese “miedo al miedo” que fue el arma más potente del poder para mantener dominado a su pueblo.
Una misma noche se convierte en una confesión de un ajuste de cuentas marcado por el terror.
Su testimonio delata la barbarie de una historia que no queremos que se repita. Se apagó la voz de Leopoldo Brizuela… pero las voces de los desaparecidos y torturados seguirán vibrando en sus páginas. (O)
