La presidencia de Emelec está en disputa. Hay elecciones y el clima raro arranca a partir de la complicada situación reglamentaria. El oficialismo azul es férreo, impenetrable y unipersonal. Emelec es Nassib Neme y, pese a que en el directorio figuran empresarios y abogados importantes, nadie está en capacidad de opacarlo. Una institución más donde el personalismo se impone, con todo lo que esto implica.
Hay una lista, la de José Auad, que cuesta tomarla en serio. La puesta en escena de su oferta electoral es bizarra (sí, la RAE ya trasplantó el significado inglés de este término a su diccionario) y genera incredulidad. La última oferta fue la construcción del "estadio olímpico José Pepe Auad" (?) como parte de un gran complejo, a construirse en una amplia extensión territorial a ser donada. Aún hay filántropos, parece.
David Trezeguet es parte de esta lista, en un papel poco claro como "director deportivo". ¿Cuál es la trayectoria de Trezeguet en este campo? ¿Viene un director deportivo capaz y necesario para cualquier club o un exfutbolista excepcional? Es más, ¿a qué llegó a Guayaquil? París, donde Trezeguet fue campeón mundial, bien vale una misa. Pero, ¿qué vale Ecuador como para hacer un viaje así?
Hay otro candidato, Carlos Luis Torres, sin apariciones desconcertantes como las de Auad, pero cuya trayectoria nada garantiza. Pero, ¿qué directivo la tuvo cuando recién empezó? De todas formas, Emelec es un grande y los grandes exigen prestancia de sus dirigentes y un nombre que lo acompañe.
Neme, glorificado casi a extremos mesiánicos por sus seguidores, es un directivo con errores y aciertos. Estos últimos superan, con creces, a los primeros. El Emelec de la segunda década de este siglo es uno de los casos más exitosos de la historia del fútbol ecuatoriano. No voy a ahondar en el terreno del favor presidencial, usado con ánimo político por actores periodísticos, porque de nada sirven el dinero y los recursos si no hay capacidad. Y Neme la tuvo para dotar a Emelec de una línea futbolística seria y eficiente.
La falta de trascendencia internacional será una deuda de la administración que está por terminar. Pero hay significativos avances que compensan cualquier falta de logro en Libertadores o Sudamericana. Dicho esto, con todas las observaciones que se pueden hacer, Neme y su grupo parecen la mejor opción al lado de la demagogia y la anomia de sus competidores.
