Los campeones hacen mucho más que ganar partidos. Gran parte es actitud, otra parte es habilidad natural y lo restante, que puede ser mucho, es trabajar duro. Hay una manera de vivir la vida como un campeón en todos sus aspectos, sea como atletas, académicos o trabajadores normales. He aprendido que lo importante es definir la correcta forma de campeonato que uno quiere competir y establecer claramente cuál va a ser la medida del éxito, mediante un disciplinado régimen de entrenamiento, para llegar a ser un buen ganador que lo llevará a ser un campeón.
Mi Emelec lo ha hecho así. Conseguir su 14°campeonato nacional de fútbol profesional en 2017 no ha sido nada fácil. Es un equipo que tiene talentos naturales. Los últimos 10 años han sido gloriosos para los azules, pero era necesario identificar esas habilidades para poder desarrollarlas en forma de valiosa experiencia. El espíritu competitivo, los dones deportivos y otros talentos de nuestros jugadores son las semillas de donde crecen los campeonatos, pero tenían que ser regadas y nutridas con una inteligente focalización de entrenamiento y muy hábil administración.
Yo he sido cuestionador del profesor Arias. Me confundían sus decisiones y cambios de tácticas; pero parece que tuvo una estrategia brillante y finalmente nos dio el campeonato. Por otro lado, no hay duda de que la administración de Nassib Neme es impecable y es una de las razones del continuo éxito del equipo millonario. Los dos han trabajado juntos reconociendo las limitaciones de nuestros futbolistas y, de hecho, del fútbol profesional ecuatoriano, superando dichas barreras. Lo hicieron con la inteligencia suficiente para poner a punto las habilidades individuales de los jugadores, en un trabajo colectivo que nos dio un hermoso espectáculo y óptimos resultados. Nuestros jugadores han logrado dominar cada una de sus habilidades y a pesar de que no hemos tenido "el goleador", todos han contribuido para ser el mejor equipo nacional.
Cada partido ha sido una escuela de aprendizaje. Asimilaron a este campeonato desde el teórico análisis de la estrategia (que no siempre nos gustaba a los hinchas) y estudiando en detalle a los competidores. Estoy convencido de que pasaron largas horas revisando las grabaciones de los partidos del Delfín, que hizo una excelente y sostenida campaña todo el tiempo; y por supuesto del Nacional, Independiente, del Macará y posiblemente hasta del Barcelona (el viejo rival del Astillero). Cada equipo y cada partido tuvieron una estrategia y tácticas definidas. En administración de negocios a esto lo llamamos benchmarking, en el fútbol no es nada más que una ardua y cansona tarea que da buenos resultados. ¡Viva mi Emelec, campeón! (O)
