El mundo del deporte lleva 10 años de retraso en digitalizar sus prácticas

Nuestra sociedad se ha vuelto enormemente digital en los últimos años. Uno de los grandes marcadores de esta revolución digital es el lanzamiento de la primera versión del iPhone. La relación con el mundo ha sido diferente desde el lanzamiento de este primer teléfono inteligente. Una parte cada vez mayor de nuestras actividades se ha desmaterializado desde mediados de la década de 2000.

Sin embargo, esta historia de la digitalización del deporte en Latinoamérica y el Ecuador me sorprende un poco. Hoy, el sector está tratando de llegar a un nivel que ya debería haber alcanzado hace 10 años! Durante mucho tiempo, el mundo del deporte ha visto la revolución digital desde la distancia sin prestar mucha atención al tema. Y ahora está tratando de ponerse al día sin saber como hacerlo del modo correcto. 

En lugar de ser parte de un enfoque prospectivo para considerar desarrollos futuros, los principales jugadores del deporte buscan digitalizar sus prácticas pasadas. 

En última instancia, preferimos digitalizar las prácticas antiguas en lugar de cuestionar el papel de un club o las federaciones y adaptar las ofertas para cumplir con los requisitos de un mundo de la industria deportiva que hacer cambios drásticos. Por tanto, a pesar de hacer los mejores esfuerzos todo sigue rezagado. 

¿Qué está haciendo una persona hoy en su teléfono inteligente? Puede ver una película o una serie, pedir un billete de tren, responder un correo electrónico o comprar productos, entre tantas funciones mas. Las posibilidades son casi infinitas! La desmaterialización permite realizar multitud de tareas sin tener que desplazarse.  La digitalización ha eliminado muchas limitaciones. Ahora es posible realizar una gran cantidad de tareas de forma fácil.

Mientras tanto, ¿qué han hecho los dirigentes deportivos para que la práctica sea mucho más fácil e inmediata? ¡Esta pregunta es central y, sin embargo, es difícil de responder! Porque muchas federaciones no piensan así. Buscan trivialmente digitalizar sus procesos para llegar a nuevas audiencias. pero no cuestionan lo suficiente sobre las ofertas que ofrecen. Este es realmente el quid de la cuestión. Es mejor pensar en su proyecto en un mundo desmaterializado en lugar de digitalizar su pasado. Debemos revisar las prioridades