La educación excelente en la primera mitad del siglo XXI debe permitir el desarrollo de las potencialidades hasta el límite de sus posibilidades físicas, afectivas, aptitudes, talentos, éticas, morales y espirituales.
En la actualidad, a nivel mundial, nacional y regional, personas y grupos humanos muy importantes se encuentran en los estadios de la evolución, mítico y mágico, aunque la mayoría se encuentra en el nivel racional o científico, una minoría en el pluralismo (posmoderno o relativista) y menos todavía en el integral.
Cada estadio de desarrollo tiene su cosmovisión, identidad, sistema de pensamiento, estadios del despertar, estados de conciencia, estadios de los estados meditativos, las perspectivas de la conciencia, las líneas de desarrollo de las inteligencias múltiples, etc.
La educación de vanguardia y de excelencia debe ser en el nivel de desarrollo integral de la evolución humana. Lamentablemente, mientras grandes sectores de la humanidad y de Ecuador se encuentran tan solo en el nivel racional o científico, y peor todavía en los niveles mítico y mágico, permaneceremos en dependencia, marginación y atraso frente a otras sociedades y personas más evolucionadas.
Las familias, las comunidades y los sistemas educativos deben avanzar hacia el nivel de desarrollo integral superando el vacío y la desorientación actual.
El líder de esta propuesta, Ken Wilber, como solución nos presenta el mindfulness integral, un enfoque meditativo basado en la teoría y la práctica integral.
Esta revolucionaria técnica combina el campo tradicional de la meditación y el mindfulness (el camino el despertar) con la moderna investigación sobre la evolución psicológica y humana (el camino del desarrollo), proporcionándonos un método completo y eficaz de transformación personal.
Debemos descubrir los mapas ocultos que frenan nuestra vida y avanzar hacia la realización de toda la humanidad. (O)
