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El Telégrafo
Leonardo Vicuña Izquierdo

Economía: falacias y realidades

18 de mayo de 2016 - 00:00

Seudoanalistas y politiqueros de la derecha offshore, con motivo de la aprobación de la Ley de Solidaridad, para parcialmente financiar la reconstrucción y reactivación productiva de Manabí y Esmeraldas, han redoblado sus críticas utilizando argumentos mentirosos, que se deben aclarar.

¿Qué dicen?

Que se han previsto, dilapidado centenares de millones de dólares del petróleo y la tributación; que no se han previsto reservas para contingencias; que se optó por la vía impositiva, se ha endeudado en exceso y hay un excesivo gasto público. Que el Gobierno no paga a constructores y proveedores; y que su modelo económico ha sido ‘inútil’ y está ‘agotado’.

¿Cuáles son las realidades? ¿Qué ocultan? ¿Qué es lo que no dicen y no reconocen?

Que la partidocracia y la derecha offshore entregaron el petróleo a las transnacionales en condiciones onerosas, posibilitaron el saqueo y la depredación; que el Gobierno lo recuperó, renegoció los contratos, lo que permitió junto a nueva deuda productiva fortalecer, como nunca antes, la infraestructura económica y social; que se frenó la evasión tributaria de poderosos grupos y la recaudación creció en 3 y 4 veces, lo que expandió la economía y financió el gasto social, en beneficio de las clases populares. Que con los gobiernos de la oligarquía se daba con cuentagotas; en cambio favorecían, ellos sí, el despilfarro; asignaban, hasta el 50% de los ingresos corrientes al pago del servicio de la deuda externa, que contrataron, masiva, indiscriminada e irresponsablemente, como parte de los ‘paquetazos’ que negociaban con el FMI, desde cuyas políticas frenaron la producción, fomentaron la economía especulativa, vendieron soberanía y atracaron los dineros públicos en beneficio de banqueros corruptos y poderosos empresarios, que endosaron al Estado su deuda externa.

No dicen que el endeudamiento externo más los atracos servían a las élites; son ellos los que hipotecaron al país, quebraron la economía una y otra vez, saquearon el ahorro de Ecuador, confiscaron los depósitos, crearon en favor de poderosos acreedores la AGD para ampliar el salvataje a los bancos y consolidar el atraco. Junto a la dolarización, asumida ilegalmente, y la macrodevaluación (un dólar por 25.000 sucres), pulverizaron los sueldos y salarios, fondos de reserva, y el valor de los depósitos de más de 1’300.000 ecuatorianos.

No dicen que estatizaron la banca privada quebrada; corrompieron y liquidaron el Estado, lo asaltaron y legislaron en beneficio de los chulqueros; a bajísimas tasas de interés ‘invertían’ en los países industrializados la reserva monetaria del BCE, al que manejaron como caja chica para sus fechorías. Son los mismos que crearon el IVA, el ICE y otros impuestos regresivos. También eliminaron el Impuesto a la Renta, que luego fue restituido.

Afirman que el modelo económico de la RC, que llaman ‘estatista’, ha fracasado, pero ocultan que el crecimiento de la economía de Ecuador ha sido superior al promedio de América Latina, que se ha reducido el desempleo y la inflación en todo este período y que creció la capacidad adquisitiva de los trabajadores, permitiendo el financiamiento del presupuesto básico familiar; y que se amplió a cientos de miles ecuatorianos la afiliación al IESS y que el Biess ha beneficiado a otros cientos  de miles de afiliados, se ha reducido la pobreza, disminuyendo la concentración de la riqueza.

Las falacias caen por su propio peso. El modelo, ajustado a las circunstancias, debe mantenerse, sobre todo las políticas productivas y redistributivas de la propiedad y la riqueza. Nunca más el modelo neoliberal retrógrado, empobrecedor de las masas, vendepatria, ese sí, fracasado de cabo a rabo. (O)

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