El gremio de taxistas de Quito recibió el anuncio de las autoridades de que las plataformas de transporte Uber y Cabify no podrán operar y que los operativos de control continuarán. Las autoridades en Guayaquil dijeron que estas plataformas deberían operar con “taxis formales” y que cualquier otra forma era “irregular e ilegal”. ¿Se imagina usted al gremio de trabajadores de los correos manifestándose en contra del e-mail? Esta es la economía de la escasez.
Uber y Cabify son plataformas tecnológicas que conectan usuarios que necesitan transportarse. No son empresas de taxis. Este servicio innovador que nace del fenómeno socioeconómico conocido como redes colaborativas, beneficia a miles de familias que encuentran en él una opción para movilizarse o para mejorar su economía.
La economía de la colaboración es la antesala de la economía de la abundancia. Se basa en un modelo de intercambio, que conecta oferta y demanda y establece transacciones directas entre los interesados, gracias a las tecnologías digitales. Muchas plataformas nos permiten ser a la vez, proveedores y usuarios de bienes o servicios en cualquier disciplina, destreza o activo que uno tenga disponible.
Así, cualquiera de nosotros puede ofrecer desde servicios profesionales hasta alquilar un inmueble. Gracias a las plataformas como AirBnB, podemos brindar servicios de hospedaje como anfitriones, actividad que antes solo la podían realizar las cadenas hoteleras. Y como huéspedes, disfrutar de una experiencia familiar y memorable en cualquier parte del mundo.
Las plataformas contribuyen a la economía. Crean nuevas fuentes de ingresos para las familias, eliminan la intermediación, disminuyen los costos de transacción, incorporan nuevas funcionalidades, resuelven asimetrías de información que no se podrían lograr de otra manera y mejoran la eficiencia del mercado de bienes y servicios. La actividad económica basada en negocios plataformas es fuente de productividad y de ventaja competitiva.
Las tecnologías harán posible la llegada del automóvil completamente autónomo, que no requerirá de conductor. Con mentalidad de escasez podrían las autoridades prohibir las importaciones de vehículos autónomos. Con la mentalidad de abundancia, podrían ir pensando qué nuevas oportunidades serán creadas y actuar en concordancia.
Es hora de ponernos a la altura de las nuevas realidades de la economía. Nadie puede negar que la globalización y la revolución tecnológica traen consigo una gran diversidad de fenómenos psicológicos, sociales, políticos y económicos. Pero esto no es razón para frenar el desarrollo. (O)
