Dar: las ventas se encienden y el dinero sale de los escondites para comprar la novelería del momento. Como se dijo en El club de la pelea: “trabajar demasiado para comprar basura que no necesitamos”. Sin embargo, no todo dar debe ser material.
Decidir: con quién reunirse, con quién compartir, con la “d” de distanciamiento.
Delincuencia: se plantea que la pobreza es el problema y pues no. Está en discusión en las redes sociales -y las menciono no porque allí sea el bastión de la intelectualidad, sino porque se las tienen como referencia de autoridad-, sobre la legalización del porte de armas. Nunca he visto que asalten un blindado, ¿Se dan cuenta cómo están de armados los custodios? Pero es verdad, no se puede legalizar la tenencia de armas en una sociedad donde todos hacemos lo que se nos plazca.
Depresión: el hecho de no tener dinero para cumplir con la demanda de requisitos para este mes, es demasiado simplón para tomárselo en serio. El mejor refugio, son los seres queridos.
Desempleo: pues que va con la anterior. Que la derecha guayaquileña, ¿libertarios?, no venga a hablar de libre mercado, cuando se la han pasado 20 años cargando a toletazos a los vendedores que estigmatizaron como informales. Además, todos tenemos conocidos sin un empleo fijo y que ahora están emprendiendo.
Diego: les queda a algunos la tristeza de la pérdida de su “dios”. Pero quienes seguían a este magnate y acaudalado afín a la izquierda, como su amigo Fidel y otros, no se preguntan por el machismo, la misoginia y los señalamientos de pedofilia. El problema es perdonar todo desastre por unas cuántas pateadas de pelota. Si él tuvo bonitas palabras, de nada sirvieron sino vinieron con el ejemplo.
Diógenes: de Sínope, el filósofo cínico que puede desterrar fácilmente al falso dios anterior, que sí pudo destetarse de todo lo que viene del mundo. Apodaron “El Perro”, a quien sí enseñaba con el acto y el ejemplo. Como él, me rehúso a rendir homenaje a algo que ni siquiera es respetable. Como Diógenes, podemos renunciar a todo lo impuesto para el presente mes y reinventar una buena verbena familiar.
Dios.
