En diciembre de 1971, la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) en reconocimiento a que este organismo empezó a existir desde el 24 de octubre de 1945, proclamó ese día como el “Día de las Naciones Unidas”, con la finalidad de que los pueblos y gobiernos reafirmen su compromiso con el propósito de la Carta de la ONU, sustentado en mantener la paz y seguridad internacionales, fomentar la igualdad de derechos y autodeterminación de los pueblos, promover la cooperación internacional y estimular la vigencia de los derechos humanos sin discriminación.
Es complejo construir la paz y la seguridad en un sistema controlado por las principales potencias en el marco del Consejo de Seguridad y con derecho a veto, rompiendo cualquier lógica democrática, siendo además, según Amnistía Internacional, cerca del 70% del comercio de armas procedente de Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido; mientras los conflictos están presentes en Ucrania, Gaza, Irak, Siria, Yemen, Afganistán, Pakistán, República Centroafricana, Sudán del Sur, Mali, Somalia, República Democrática del Congo, Nigeria, México y Colombia; sin sumar a estos la violencia urbana producto del comercio de las armas de fuego.
Es difícil fomentar la igualdad y autodeterminación de los pueblos en un mundo en el cual al menos 2 millones de personas viven aún bajo el dominio colonial en 17 territorios no autónomos, sin que por ello desconozcamos los esfuerzos de la ONU para eliminar el colonialismo.
Es un reto la vigencia de los derechos humanos en un sistema cuyos tratados no cuentan con la ratificación de las principales potencias y, por lo tanto, la vigilancia de los Comités de ONU y otros mecanismos es limitada, siendo aún más complejo velar por los derechos afectados por las actividades de empresas transnacionales.
Frente a todo ello, la tarea individual y colectiva, de los pueblos y gobiernos democráticos es insistir y resistir por los grandes propósitos de la humanidad que, a decir de Eduardo Galeano, “aunque no podemos adivinar el mundo que será, bien podemos imaginar el que queremos que sea”. (O)
