En Alianza PAIS (AP) del Guayas hubo un interesante debate. Se plantearon importantes propuestas en un marco de optimismo, camaradería y unidad.
Hubo plena coincidencia en enfrentar con firmeza y objetividad a la derecha que, aupada por el imperio y financiada por ciertas ONG y banqueros, no desmaya en crear condiciones para desestabilizar al Gobierno, desprestigiar la Revolución Ciudadana (RC) y recuperar los viejos privilegios que sus gobiernos ampliaron e institucionalizaron, al igual que en otros países, en los que la derecha ha recuperado terreno, por lo que los pueblos deberán redoblar acciones para impedir retrocesos históricos, reforzando los procesos de integración solidaria.
Se recordó el marco de acción neoliberal, impuesto por el poder mundial y su instrumento el FMI que obligaba a someterse al mercado y ‘paquetazos’ de medidas antipopulares, archivados desde 2007, y al recetario del consenso de Washington.
Hubo coincidencia plena en proponer para una discusión democrática previa a una Asamblea Nacional, un plan de acción inmediata que procure el fortalecimiento de AP y mayor y eficaz vinculación con organizaciones obreras, campesinas, los barrios marginales, jóvenes e intelectuales, organizaciones sociales en general para contrarrestar la acción entreguista y traidora de ciertos dirigentes vinculados a las trincas y banqueros.
La necesidad de discutir con objetividad las líneas tácticas para superar la coyuntura económica difícil, provocada por la baja del precio del petróleo que afecta la economía, el presupuesto y el financiamiento de la obra pública.
Se propuso relanzar AP y su programa de gobierno, mejorando la comunicación tanto interna como con el pueblo, para consolidar las reformas e iniciar otras, sobre todo en el ámbito agropecuario, desarrollo urbano, laboral; ampliando la calidad y cobertura de la salud y la educación.
Se debe repriorizar los programas y proyectos para impulsar el nuevo modelo basado en el desarrollo industrial diverso, la industria petroquímica y otras que posibilitan un desarrollo económico sostenido, aprehendiendo y difundiendo tecnologías avanzadas y el conocimiento universal; en suma, un modelo soberano que deje atrás el viejo patrón de crecimiento primario exportador, de extrema dependencia y altamente concentrador.
Se sugirió aprobar un plan electoral que garantice el triunfo de nuestros candidatos, la vigencia del proceso político transformador; que debe ir paralelo al fortalecimiento de la organización política, la que puede convertirse en partido de masas, con gran presencia juvenil, para dar sostenibilidad a la RC. Ampliar los diálogos con sectores diversos que deben ser incorporados o reincorporados y la ejecución de nuevas y masivas campañas de comunicación y capacitación para que la militancia, aliados y el pueblo en su conjunto entiendan mejor los propósitos redistributivos y de equidad de las políticas públicas, conducidas por funcionarios idóneos, y no por burócratas utilitarios y prepotentes que impiden el acceso de militantes y dirigentes probados.
Definir, debatiendo, el objetivo central de construir el socialismo del Sumak Kawsay o del Buen Vivir, para enterrar las viejas estructuras de propiedad altamente concentradas, bases del sistema de explotación laboral, concentración de riqueza, extrema dependencia y pérdida de soberanía.
El debate para las propuestas en la nueva coyuntura política comienza con buenos auspicios. Todos debemos apoyarlo por ser fundamental para el país. (O)
