Ecuador, 25 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Xavier Guerrero Pérez

Corrupción y sutilezas (II)

10 de febrero de 2020 - 00:00

Hace algún tiempo lo invoqué en este espacio, pero considero que nos sirve de mucho para ilustrar, de manera didáctica, el tema desarrollado: el secretario de la OEA, Don Luis Almagro, ha hecho referencia a aquel fenómeno que fulmina a nuestros pueblos llamado “corrupción”, adjetivándolo como “cáncer autoinmune”. Creo que no pudo ser más preciso. ¡Y es que es así! Es obvio que, ante una situación sumamente grave, donde está en riesgo la sociedad misma (independientemente si hay afectación directa o indirecta en el sector público (erario nacional), en el sector privado (rendimientos se alcanzaron exclusivamente debido a la cooperación de mano de obra), o en ambos), unánimemente nos acogemos a lo que dicen nuestros mayores: “Algo hay que hacer”.

¡Pero, en serio! Consecuentemente, y como dijimos en la entrega anterior: tomando la posición, cada uno: “(…) conocimiento + asimilación + concientización + actuación = 0 corrupción”, la manifestación negra de la corrupción (“el dinero robado”, decía Don Julio César Trujillo) se mitigaría y en largo plazo se terminaría; no obstante, ¿Pudo este “cáncer autoinmune” haber buscado formas sutiles? ¿Hemos sido responsables?

La respuesta a ambas lamentablemente es afirmativa (justificando la segunda respuesta al momento de que tenemos conocimiento y nos adaptamos para “no caer gordo”). Veamos tan solo dos ejemplos de sutilezas de corrupción (corrupción no negra, sino nublada, blanda e “inofensiva”): 1) relacionista público de persona “N.N.” únicamente gestiona entrevistas para puntuales medios de comunicación (para agradar, o para ser simpática (o), segregando y excluyendo a otros medios; y, 2) CEO de empresa familiar que brinda trato privilegiado a ciertos trabajadores (por parentesco o por relaciones extralaborales, más allá de la incapacidad o ignorancia), y para equilibrar el clima laboral sobrecarga de tareas a los demás.

Es más, hay un tercer ejemplo, más sutil aún. ¡Y todo por la codicia!... (O)

Contenido externo patrocinado