Una de las características de la vida actual, en casi todas las sociedades, es la aceleración del ritmo de las actividades cotidianas. Pareciera que el tiempo no alcanza para lo que cada día se quiere hacer.
La decisión del Gobierno Nacional de evaluar a los estudiantes, profesores y autoridades, de todos los niveles del sistema educativo, aumenta las tensiones e inestabilidades de quienes van a ser evaluados.
La relajación, de la cual existen múltiples enfoques, es una técnica que a través de la toma de conciencia de nuestro propio cuerpo ayuda a superar las tensiones, preocupaciones, la ira, la angustia, el estrés y demás emociones que nos paralizan, y favorece el aprendizaje, la memorización, el razonamiento, la salud y el desarrollo personal.
La relajación es un recurso complementario a otros aportes, que permite tomar conciencia de las capacidades potenciales, de sus posibilidades de autonomía, control, concentración, atención y mayor serenidad.
Existen técnicas occidentales y orientales, como el entrenamiento autógeno de Schultz, la autorrelajación, la sofrología de Alfonso Caycedo, la práctica de Shavasana, la respiración purificadora o las técnicas del Pranayana, entre otras, que ofrecen equilibrio emocional, apertura para el aprendizaje, resolver problemas y salud general.
Cabe mencionar que cada persona puede elaborar su técnica de relajación reajustada a sus necesidades y preferencias, que pueden ser grabadas en su propia voz, con música suave de fondo.
El cerebro humano produce energía eléctrica que se mide en el electroencefalograma. La energía eléctrica se encuentra representada en ondas, con características. En la onda delta, sueño profundo; onda theta, sueño crepuscular; onda alfa, alerta relajada; onda beta, concentración y trabajo exigente. En electrónica el circuito eléctrico ideal es el que menor resistencia ofrece.
Nuestro cerebro recibe y acumula más información en las ondas bajas. “Las personas excitadas sufren de bloqueos en el aprendizaje e incluso en su capacidad de pensar”. La respiración rítmica, relajación, meditación y yoga producen ondas alfa. Se ha comprobado que la mente en estado alfa “suele ser más creativa, imaginativa, hay una pasividad alerta que dota a las personas de una energía sorprendente, con disponibilidad para un excelente rendimiento en el aprendizaje”.
Es importante que el sistema educativo en todos sus niveles y la población ecuatoriana incorporen la relajación en el proceso de aprendizaje.
