La corrupción se ha convertido en uno de los problemas más complejos que afronta actualmente Ecuador. Dentro de las denuncias sobre aportes económicos indebidos para las campañas electorales de Alianza PAIS, consta una larga lista de altos funcionarios del gobierno que dirigió el país durante una década, cuyo lema fue refundarlo a través de una revolución democrática que estaría a cargo de mentes lúcidas, corazones ardientes y manos limpias.
Cada vez son más los escándalos de corrupción, cuyas consecuencias terminaremos pagándolas todos. Frente a este lacerante fenómeno social, las responsabilidades que tenemos como ciudadanos cobran gran relevancia. Es importante, en primer lugar, conocer los distintos tipos y formas de corrupción que se desarrollan en el país, así como sus causas y consecuencias.
En segundo lugar, debemos tener claro que no existe forma de acabar con este mal si no hay la decisión de denunciar las irregularidades cometidas. Las autoridades necesitan casos, pero también necesitan ser presionadas por la ciudadanía para investigar. El ciudadano debe denunciar todo tipo de prácticas que estén al margen de la ley, a fin de activar a las autoridades competentes a actuar.
Es importante destacar el trabajo de los medios digitales, que se han convertido en actores fundamentales en el seguimiento de acciones dolosas por parte de servidores y representantes públicos y privados. Por otro lado, la evolución que han tenido las nuevas plataformas digitales permiten que la ciudadanía acceda a información de todo tipo: es importante en ese sentido, hacer un seguimiento adecuado de la información que aparece en las diversas redes sociales, a fin de conocer a profundidad las acciones realizadas por las organizaciones y denunciar las irregularidades que se presenten.
Es imprescindible también el fortalecimiento y creación de nuevos espacios y grupos ciudadanos que hagan un seguimiento sobre las denuncias realizadas, a fin de generar nuevas investigaciones, garantizando siempre la protección de los denunciantes. Ese es el desafío que la sociedad ecuatoriana, con las entidades de control a la cabeza, deben enfrentar para frenar un problema que día a día se torna más lacerante para el país y que ha sido una de las principales razones para su atraso económico.
En la lucha contra la corrupción, “todos” los miembros de la sociedad tenemos un rol que cumplir. (O)
