Un gran debate desató el triunfo del ‘No’ en 10 de los 22 cantones de Manabí y en 3 de las 7 preguntas de la consulta. Aunque el 52% de los manabitas prefirió votar por el ‘Sí’, ¿cómo se explica ese 48% que votó en contra? El voto de Manabí es muy importante. Representa el tercer circuito electoral más grande en número de votantes a nivel nacional y hoy podría convertirse en el principal refugio del correísmo. ¿Cuál es la trayectoria histórica del voto manabita?
En 10 de las 16 elecciones legislativas desde el retorno a la democracia en 1979, Manabí votó por partidos conservadores. De hecho, entre 1979 y 2006, antes de la aparición de la autodenominada revolución ciudadana, Manabí votó por partidos de derecha en 10 de 12 ocasiones.
Solamente en 1988, en las elecciones que dieron la presidencia al socialdemócrata Rodrigo Borja de la ID, y en las elecciones de 1996 que llevaron a Carondelet al populista Abdalá Bucaram del PRE, Manabí prefirió a partidos de izquierda. E inclusive, en las elecciones de 2006 todos los diputados de Manabí fueron elegidos de las filas de partidos populistas, mayoritariamente de la organización derechista del empresario Álvaro Noboa.
Pero en este punto es donde se acaba la suerte de la derecha en la provincia de Alfaro. Desde 2007 en adelante, Alianza PAIS arrasó en todas las consecutivas cuatro elecciones legislativas, ocupando 30 de los 32 escaños sumados durante ese tiempo.
En las 11 elecciones presidenciales desde el retorno a la democracia, Manabí prefirió votar por opciones populistas a partir de la elección de 1996. Antes, en 1988 casi consigue colocar en la segunda vuelta electoral a Frank Vargas Pazzos, ganador únicamente en esa provincia. Desde entonces prefirió en 5 de 7 ocasiones a populistas del PRE y de AP, así como a populistas de derecha como Álvaro Noboa, de las filas del PRE, quien luego formaría una nueva organización, pero esta vez de derecha. (0)
