A la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional se han vuelto a dar cita los sucesos de la pasada elección de marzo 2019, a propósito del análisis del pedido de juicio político contra la señora Diana Atamaint. Los hechos -atiborrados de delitos electorales- acontecidos en las provincias de Los Ríos y Manabí, en la última elección seccional, vuelven a refrescarnos la memoria; recordándonos parte de los innumerables pecados electorales de quien preside el CNE.
Para el caso de Los Ríos, el miasma pecaminoso, fraudulento, empezó desde la misma integración de la delegación provincial electoral y sus vocales. Desde ahí se configuró lo que en la RAE se define como fraude: acción contraria a la verdad, engaño, tráfico de influencias y abuso del ejercicio de la función pública. Para confluir en todos los sucesos que la memoria colectiva de los riosenses registró a partir del 24 de marzo hasta al 6 de junio de 2019.
Miasma desde la conformación de la Junta Electoral de Los Ríos. Donde al Partido Social Cristiano le correspondía una vocalía, pero se hicieron de dos al entregarle Pachakutik (para el caso llámese Diana Atamaint) la vocalía que le correspondía. Afectando la relación de fuerzas de la Junta a beneficio del PSC. Luego, video de por medio, recordamos al hermano del cuestionado prefecto de Los Ríos, integrante de la Comisión de Fiscalización, organizando cargos y funciones electorales junto al aún más cuestionado expresidente de la Junta.
Cómo olvidar la sesión del pleno del CNE del 9 de abril 2019, donde la mayoría de sus consejeros (el tridente del mal) trapearon el piso con los derechos de las organizaciones políticas. Antes, el fraude a la medida: violación de las urnas en la bodega de Los Ríos. Violación que terminó aupando el triunfo del PSC, como si ellos la hubiesen buscado, como si ellos la hubiesen efectuado. Digitadores dando cuenta ante notario público del fraude digital. Un juez electoral acusando a socialcristianos de intentar sobornarlo.
Tanta podredumbre electoral a recordar para que, a lo mejor, nada cambie y todo siga igual. (O)
