Ecuador, 18 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
José Velásquez

Carrusel farandulero

29 de junio de 2020 - 00:00

Movía las rodillas y le bailaba todo el cuerpo. Lucía sus músculos sin dejar de acalambrar la sonrisa. ¿Para qué ir a la universidad si se abren las puertas del reality? ¿Para qué preocuparse por la credibilidad si lo importante es ser popular? Sobrevivimos a esa avioneta estrellada llamada Ecuador para deambular por otra realidad en la que los famosos valen más que los demás.

Cierto es que muchos lograron ordeñar hasta la última gota de talento para instalarse holgadamente frente al río y pasearse en el auto del año. También es verdad que otros resultaron genios del mercadeo y entendieron cómo capitalizar su carisma. El problema viene cuando la ambición rebasa por mucho a las virtudes y se apela a la fama para tomar los atajos más oscuros. Fue así como se entregaron a los brazos de las mafias y construyen sus fantasías sobre la desgracia ajena. Al final lograron monetizar todos esos “likes”.

Lo lamento mucho, pero volar de palo a palo o presentar un noticiero no son credenciales habilitantes para administrar eficientemente una provincia. Si eres una figura pública y tienes vocación de servicio empieza desde abajo sabiendo que haces un viaje sin regreso y que llegas dispuesto a aprender. Destaco la labor de algunos colegas que pasaron de la pantalla a una auténtica conscripción cívica, pero sus casos son excepcionales.

Más bien hay abundancia de enquistados agentes patógenos camuflados por la farándula. Y como estamos en un año electoral y hay que refrescar una Asamblea Nacional fracasada, supongo que los partidos ya estarán coqueteando con los que patearon la pelota, se lucieron cocinando, o tuvieron un nombre en el pasado que hoy resulte más fácil de posesionar. Tampoco me sorprendería ver en la papeleta a alguno de nuestros pretenciosos intelectuales ergonómicos de redes sociales. No me interesa si la demagogia se tenga que reinventar: entre las Kardashian y los Arjona prefiero la gente seria, formada y con experiencia.

De qué vale la actitud casi talibán de la Senescyt y su delirio por los doctorados si a la legislatura se llega desfilando y cantando. Claro que la corrupción no discrimina, pero tengo la impresión de que los becados que improvisan en la función pública son más propensos al saqueo, al tráfico de influencias y al abuso del poder. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media