Ecuador, 23 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Xavier Villacís

La camioneta de la corrupción

05 de junio de 2020 - 00:00

El liderazgo de un partido político conlleva también las responsabilidades del fracaso, tanto como el reconocimiento en sus éxitos. Esta pandemia, trágica desde lo humanitario, en lo social y económico, también nos plantea el acta de defunción a un sistema político inmoral, cómplice y beneficiario de la corrupción. Uno de los detenidos, de las últimas acciones de la Fiscalía, patentó una frase oportuna para los siguientes párrafos de la columna: “nadie se me baja de la camioneta”. Empecemos por el de esta frase, común en el argot político.

Diferentes investigaciones periodísticas apuntan a que hijos del exmandatario Abdalá Bucaram y gente cercana a ellos, se habrían dedicado, por medio de un entramado de compañías, a proveer medicamentos a hospitales del IESS con presuntos sobreprecios y trampeando al SERCOP. Al no estar en el poder los Bucaram Pulley, ni ser asambleístas, ni ministros de nada, se concluye -por sentido común- que quienes sí son poder, les dieron los espacios y permitieron lo denunciado. Como casi nada es gratis en esta vida, es ahí donde la raíz de la podredumbre se manifiesta. Un eslabón, hasta ahora, sin la atención de la Fiscalía.

Sobre el prefecto Carlos Morales, actual carne de cañón social cristiana ¿Casi Jaime Nebot no sabía de qué ‘pata cojeaba’ el golero? Es más -en su momento- para sorpresa de muchos, Nebot hizo a un lado a cuadros destacables y de base, para darle la candidatura a Morales. Igual sucedió en Quevedo. Desde inicios del 2018, el PSC respaldó a un empresario de honestidad reconocida para la alcaldía. A pocos días del cierre de inscripción le dieron la estocada, dejándolo a un lado para llevar de candidato a quien se dio la mano con lo más corrupto del correísmo y que negociaba públicamente con el corrupto Iván Espinel. Y con denuncia de fraude incluida, ganó la alcaldía el ungido de Jaime Nebot en Quevedo. Así que señores, no se bajen de la camioneta y terminen su ciclo con las botas puestas. (O)

Contenido externo patrocinado