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El Telégrafo
Udo Bauer

Arreglo de cuentas en el Golfo Pérsico

19 de junio de 2019 - 00:00

Según los periódicos israelíes Maariv y Jerusalem Post, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá este viernes 21 de junio con su ministro de Relaciones Exteriores, Mike Pompeo; el secretario de Defensa, Patrick Shanahan y varios generales.

El tema: posibles “golpes tácticos” contra instalaciones nucleares iraníes en respuesta a ataques contra petroleros en el Golfo de Omán, la entrada al Golfo Pérsico. Los estadounidenses no dudan de que Irán está detrás de los últimos ataques. El diseño y armamento de las lanchas rápidas son los que los guardias revolucionarios iraníes usan desde hace años.

Las “minas lapa”, un tipo de mina marina que se acopla a un blanco mediante imanes, son un arma estándar de la fuerza de élite persa. La evidencia que EE.UU. ha entregado es más sólida que la que presentó antes de la guerra de Irak. Al parecer, Teherán quería mostrar que sus tropas podían bloquear el acceso al Golfo Pérsico y al petróleo árabe.

Algo que no permitirá Donald Trump. Aunque el presidente de Estados Unidos haya prometido que su país ya no actuará como Policía mundial, y que lo mantendría al margen de las guerras en el Medio Oriente, Trump va a poner a Irán en su lugar. Tal vez cada estadounidense estará de acuerdo con marcar los límites al régimen de los mulás, si amenaza la economía mundial por medio de provocaciones o acciones militares más violentas.

Por otro lado, la frustración del gobierno iraní es más que comprensible. Ha cumplido con todas las obligaciones del acuerdo nuclear, de forma verificable, y sin embargo, Estados Unidos ha abandonado el contrato. Las sanciones económicas son brutales para con la población que las sufre. Pero eso no le da a Irán el derecho de actuar como pirata en el Golfo Pérsico y relanzar su programa nuclear.

No debemos sorprendernos si una mañana nos despertamos con la noticia del bombardeo de las instalaciones nucleares iraníes. Es poco probable que los estadounidenses inicien una guerra, pero incluso un “ataque limitado” generará reacciones. Y estas pueden causar pavor. Si Teherán no para de provocar, la respuesta militar será inevitable. (O)

* Tomado de DW

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