Alternativas al capitalismo: Perspectiva histórica ineludible

En apretada síntesis rescato para mis lectores el sesudo análisis que hizo el profesor Francois Houtart en el encuentro Pensamiento Crítico y Alternativas, que tuvo lugar en la Universidad Central del Ecuador en Quito, organizado por el Centro de Pensamiento Alternativo y el Foro Mundial de Alternativas. El encuentro tuvo la particularidad de privilegiar el análisis de las alternativas, sin quedarse extasiado protestando ante las monstruosidades del sistema capitalista.

Ante la crisis del capitalismo, Houtart propuso un nuevo paradigma, (que algunos prefieren llamar visión), que implica la revisión de cuatro elementos fundamentales:

1.     Redefinir las relaciones con la naturaleza: de la explotación al respeto como fuente de vida, un cambio filosófico radical. Los recursos naturales no se pueden reducir a mercancías, ni los daños ecológicos a meras externalidades. Por el proceso de acumulación del capital, se llegó a esquemas irracionales, despilfarros y destrucciones.

2.     Reorientar la producción de la base de la vida, privilegiando el valor de uso (utilidad para satisfacer las necesidades de la vida de cada quien y de las colectividades) sobre el valor de cambio (objeto de transacción comercial). Cabe mencionar al respecto la sabiduría de los navajos: "Cuando el último árbol haya sido talado, el último animal haya sido cazado y el último pez haya sido pescado, solo entonces, el hombre blanco entenderá que el dinero no se puede comer".

3.     Reorganizar la vida colectiva por la generalización de la democracia en las relaciones sociales y las instituciones. En función del nuevo paradigma del Bien Común de la Humanidad, una democracia no solamente es para aplicar al sector político, sino también al sistema económico, en las relaciones entre hombres y mujeres, y en todas las instituciones.

4.     Instaurar la interculturalidad en la construcción del Bien Común universal. Dar a todos los saberes, culturas, filosofías, religiones, la posibilidad de contribuir al Bien Común de la Humanidad, es el objetivo de la revisión de este fundamento cultural. Esto no puede ser el papel exclusivo de la cultura occidental, actualmente identificada con la concepción de un desarrollo que elimina o marginaliza todas las otras perspectivas. Se debe descolonizar el imaginario.

Es mucho lo que se puede profundizar al respecto. Las mentes críticas pueden aportar al debate enriqueciéndolo, pero sobre todo para que se vaya pasando de las intenciones a la aplicación en la vida práctica.