El próximo sábado 24 se desarrollará la IV Asamblea Nacional, con sus CRC (Comités de la Revolución Ciudadana) bolivariano alfaristas.
En ella se ratificará el apoyo a la RC, la defensa de los cambios realizados, el respaldo a nuevas reformas y acción política de unidad para derrotar la conspiración de la derecha contra el gobierno, democracia y el socialismo.
El documento político del evento señala que la partidocracia sometida al neoliberalismo o capitalismo de rapiña con sus gobiernos, entregó el petróleo a las transnacionales depredadoras, hipotecó la nación con alto endeudamiento externo y condujo la economía nacional por el despeñadero, fomentando la banca corrupta, empobreciendo a las masas populares, con las políticas de ajustes del FMI, provocando la salida masiva de ecuatorianos. El país, en crisis permanente, agravó su condición de subdesarrollo y agudizó la dependencia; al igual que la brecha entre la opulencia de un sector reducido de la población y la miseria de la inmensa mayoría. Fue larga la ‘triste noche neoliberal’, que además se reflejó en una marcada inestabilidad política.
El pueblo en una y otra ocasión reaccionó con firmeza y castigó a la derecha reaccionaria y sus gobiernos entreguistas, que rifaron la soberanía, saquearon los dineros públicos y alcahuetearon el atraco de la banca corrupta, perjudicando a más de un millón de depositantes y al Estado.
De allí surgió Alianza PAÍS (AP) y el proyecto político Revolución Ciudadana (RC), de los cuales ABA es cofundadora.
Ha transcurrido una década desde que se organizó y diseñó el programa con la propuesta de cambios profundos; y se definió la candidatura de Rafael Correa. El pueblo la acogió y se dio un contundente triunfo; con el que se inicia el gobierno más extenso y estable de la historia, así como uno de los que mayores cambios ha realizado.
Se ganó credibilidad en las masas populares y sectores medios y con la Asamblea Constituyente se elaboró la nueva Constitución, aprobada en consulta.
EI pueblo reconoció los beneficios obtenidos y los indiscutibles avances del país en todos los órdenes y celebró la gestión consecuente del gobierno con los intereses de la Patria, enfrentando al viejo poder de banqueros, terratenientes y grandes exportadores, propietarios de medios de prensa, diversas élites y cúpulas, que tienen apoyo internacional.
La RC ajustó la organización del Estado, recuperó la planificación, expulsó a la oligarquía del control de espacios de decisión del Estado, inició la construcción, con el ideal de Alfaro, del nuevo Estado democrático, laico, constitucional de derechos y justicia, soberano, independiente, unitario, intercultural y plurinacional.
Logró un buen ritmo de crecimiento e impulsó la integración solidaria en América Latina con el pensamiento del Libertador Bolívar, de la patria grande.
La derecha busca reconformarse y desestabilizar al gobierno, para ello conspira por todo lado, controla dirigentes traidores de diversos sectores.
Por tanto es urgente fortalecer AP y gestionar la reincorporación de organizaciones de trabajadores, campesinos, indígenas, actores y beneficiarios directos, para ampliar el apoyo a la nueva agenda que incluye la revolución agraria, laboral y las enmiendas.
Los cambios en la economía global, la apreciación del dólar, la devaluación en países vecinos y la baja sustancial del precio del petróleo exigen ajustes en los planes y políticas del gobierno, redefinición de sus tácticas y equipos de trabajo. Todo esto, que es un nuevo pretexto para conspirar, garantizará la sostenibilidad de la RC, derrotará la conspiración del viejo poder, resquebrajado, pero latente, con el imperio que, como en otros países, lo anima y protege.
