Con los resultados electorales finales está claro que Alianza PAIS sigue como la primera fuerza política y que la mayoría del pueblo apoya la RC; también muestran reveses, como el de Quito, para alcalde. La autocrítica pública de Rafael Correa y otros dirigentes deja en claro una agenda necesaria para corregir y continuar con el proceso iniciado hace más de 8 años, por fuerzas políticas que definieron su contenido de izquierda revolucionaria, humanista, socialista, internacionalista, bolivariana y alfarista, y las tácticas que la condujeron al poder, luego a la aprobación en consulta popular de la Constitución, que establece bases para la construcción del nuevo modelo de desarrollo: Estado democrático, soberano, intercultural, plurinacional, laico; sectores estratégicos y servicios básicos controlados por el Estado, Sumak Kawsay (Buen Vivir), derechos de la naturaleza, poder popular, descentralización, planificación, integración solidaria.
La mayoría de adherentes quiere que AP se convierta en partido, reiterando sus principios, vinculándolo a los sectores sociales, buscando su incorporación, lo que le dará fuerza organizativa y disciplinaria, para consolidar los cambios e iniciar otros, con la nueva estructura productiva, en los ámbitos agrario, educativo, del conocimiento, salud, turismo, etc.; con una política de alianzas que deseche el sectarismo, recupere y apuntale apoyos rechazando el utilitarismo, personalismo y caudillismo; coordinando acciones entre la organización y el Gobierno; facilitando la incorporación al nivel dirigente y de Gobierno, a jóvenes capaces e ideológicamente claros y firmes, y a gente con experiencia, leal, idónea; liquidando la exclusión, para selección de dirigentes y candidatos. Al fin, la Alianza es eso, integración de diversos grupos, bajo los principios y programa de AP.
Su próxima convención debe inaugurar una nueva etapa, para enfrentar y derrotar a la derecha, vieja y nueva, que tiene apoyo internacional y el objetivo de liquidar la RC, (como lo hace en Venezuela, con más fuerza y violencia, contra la Revolución Bolivariana) y definir por la vía de la enmienda constitucional la reelección del Presidente, como se han pronunciado ABA, el PS-Frente Amplio, la inmensa mayoría del bloque y de las bases, ya que la continuidad es indispensable para mantener la acción revolucionaria nacional, soberana y popular del Gobierno.
El pueblo juzgará oportunamente su acción, con su voto, que será su práctica democrática y soberana, callará a tantos charlatanes hipócritas, que critican y tiemblan ante la posibilidad, ya que afecta los intereses del viejo poder explotador y corrupto al que representan; en cambio, sí han apoyado la reelección de otros, en búsqueda de recuperar privilegios perdidos.
Se debe apoyar a ABA, cofundadora y consecuente con la RC, que propone, junto a fuerzas afines, organizar un Encuentro Nacional por el Socialismo, para debatir contenidos y tácticas para Ecuador, con sus realidades y en estos tiempos de cambios y esperanza.
