Estaba pensando en escribir sobre más de lo mismo. Sobre lo que mi cerebro perdió la capacidad de entender. Como por ejemplo, que algunos de nuestros líderes políticos den la espalda a miles de niñas y mujeres, a través de un documento hecho sin nada más que las ganas de seguir perpetrando la injusticia y la violencia, escondiendo la realidad y evitando confrontarla. Como por ejemplo, que algunos hombres sean capaces de planear apuñalar a una mujer con la misma facilidad que planean un paseo por el parque de la Carolina a pleno medio día. Como por ejemplo, que se juegue a de Tín Marín con quien sí tiene derecho a un proceso judicial y quien debe sobrevivir para que su cabeza no ruede por una celda. Como por ejemplo, que cada año se recuerde que en Esmeraldas y Manabí hay personas viviendo en la misma carpa, con las mismas necesidades, cerca del mismo bache, desde 2016. Pero perdí la capacidad de entendimiento, aceptación o que se yo sobre lo que la corrupción ha generado en nuestra sociedad y sobre lo que parece incurable.
Iba a escribir más sobre lo mismo, pero cuál es el sentido para quien cree saberlo todo y estas letras son solo quejas absurdas que se quedan 24 horas en una plataforma digital. Así que hoy te escribo a ti, para decirte que entiendo la frustración, decepción e impotencia de ser testigo de cómo unos pocos con carencias y complejos usan su poder para llenar sus vacíos.
Hoy te escribo para decirte que pese a todo lo complejo que resulta habitar un sistema injusto que te bombardea de mensajes de productividad y además de estabilidad física, mental y económica, pero no te brinda las oportunidades, estás haciendo lo mejor que puedes y eso es muchísimo. Estás trabajando honradamente, velando por la seguridad de tu familia, criando a tus hijos e hijas sin repetir los patrones que te hirieron a ti, buscando un cambio en lugar de devolver una injusticia, estás despertando un día más para sostener las fibras que quedan de un mundo que parece que pronto va a reventar, pero déjame decirte que se mantiene gracias a ti y a las demás personas como tú y es por eso sigue girando.
Quiero dedicarte esto a ti, yo creo que cuando compartimos emociones o pensamientos mutuos, a través de distintas manifestaciones, se siente como un abrazo. Hoy, si lo necesitas, aquí está el mío.
