En diciembre de 2017 apareció mi primer artículo en EL TELÉGRAFO. Acepté la invitación a incorporarme a la nómina de columnistas –amén del honor de gozar de una tribuna en el periódico circulante más antiguo de Ecuador– por convicción de que este diario, con el visible giro que ha dado en el último año, está convirtiéndose en referente de una prensa objetiva e independiente, no obstante ser –o justamente por serlo– un medio de comunicación público.
Desde entonces he escrito un artículo cada domingo, este es el trigésimo segundo. Contra la tendencia general de opinar solamente sobre temas de actualidad política, que no desmerezco en absoluto, he creído que el lector ecuatoriano pudiera disfrutar también de otros temas y géneros.
Una de las razones de la actual polarización de nuestra sociedad podría ser que sus diarios mayoritariamente reportan noticias políticas y sus editorialistas opinan sobre temas políticos, cuando hay muchos otros asuntos del interés de los lectores.
Y si la política en nuestro país, especialmente en los últimos once años, no ha logrado sino radicalizar las diferencias, separar a los ecuatorianos y hacer aflorar pasiones enfermizas, reportarla y opinar sobre ella en la situación actual no puede sino multiplicar esos efectos dañinos.
Por eso, en mis artículos, en que también he abordado algunos temas de política, sobre todo internacional, he intercalado a veces temas históricos, anécdotas literarias, reflexiones sobre naturaleza y ambiente, episodios personales; cuestiones que, en mi modesta intención, han buscado terrenos de comprensión, empatía, solidaridad… Ojalá haya logrado, aunque sea a medias, este fin. Pasado mañana asumiré una función pública y ello me impedirá continuar con este diálogo.
El principal damnificado sin duda seré yo, pues estos ricos encuentros semanales han sido momentos de reflexión, instantes de hallazgo, ejercicios de concisión, pero también, sobre todo, espacio de contacto con usted, apreciado lector, destinatario y razón de ser de mis treinta y dos sinceros mensajes. (O)
