Apropiaciones de famosas obras como ‘Olympia’, de Edouard Manet; ‘La gran odalisca’, de Jean-Auguste Dominique Ingres, o ‘La persistencia de la memoria’, de Salvador Dalí, aparecen en La rosa meditativa, una muestra fotográfica de la artista francesa Olga Regnier que surge de una masculinidad trastocada.

Una obra de Dalí es, de hecho, la que le da nombre a esta muestra. Al cuadro del pintor surrealista, que representa a una gran rosa suspendida en el aire, Regnier le ha añadido un torso masculino.

Para obtener estas representaciones, con las que Regnier reinterpreta algunos de los trabajos más famosos de la historia del arte, ha mezclado imágenes de esas obras con fotografías tomadas por ella misma. La estética feminizante es ese algo más que ha aportado la autora.

Para Regnier, «los géneros son construcciones sociales», y cita el caso de la publicidad, en la que “aún vemos que, para vender productos de limpieza en televisión, aparecen amas de casa; mientras que para comercializar un carro mostrarán un hombre». De ahí parte todo, agrega la fotógrafa. La rosa meditativa «trata de desmitificar los estereotipos masculinos».

Hay varias imágenes que parten del ‘David’, una obra creada a inicios del siglo XVI por uno de los artistas más famosos del Renacimiento, Miguel Ángel, un pintor que creó un arquetipo de la belleza masculina.

Con los elementos que ha integrado en estas obras universales, la fotógrafa ha querido formar escenas particulares con las que representar la vulnerabilidad del hombre, cuya existencia depende de la naturaleza.

La muestra La rosa meditativa se exhibe actualmente en la Alianza Francesa de Quito, y se podrá visitar hasta el 28 de marzo. (I)

Edén de las Flores

Gala

Rosa meditativa

BIO
Olga Regnier
Fotógrafa

La naturaleza en su obra
Olga Regnier tiene una maestría en Arte y Comunicación y se especializa en fotografía, ilustraciones digitales, culturas electrónicas a instalaciones.

La naturaleza es un componente mayor en su obra. La fotógrafa francesa vivió 16 años en el Pacífico Sur, entre Nueva Caledonia y Vanuatu, donde desarrolló una investigación sobre el color de los peces tropicales.

Poco a poco fue obteniendo cada una de las tonalidades que se pueden apreciar en estos, y con esos resultados trabajó en su muestra Naturaleza Cromática, que se exhibió entre 2011 y 2013 en las sedes de la Alianza Francesa en Quito, Cuenca, Guayaquil y Samborondón. (I)