¿Está acabado el correísmo?
No es solo judicial la batalla que tenemos que librar contra el correato. Es en la mente y en la estructura de la memoria ciudadana donde el combate debe ser sin tregua y sin descanso.
Los ecuatorianos debemos entender que el correísmo nunca más. Los políticos tienen que comprender que los abusos del
poder se pagan con el desprecio de los ciudadanos.
Correa y el “Chato” lojano, el uno con el Estado de derecho y el otro con la participación de la gente, están pagando sus excesos y griteríos. Quien quiera creer que el correísmo está destruido está equivocado. No existe en la naturaleza de las cosas la probabilidad cero. Ahora ellos están. (O)
Duglas Rangel Donoso