Aún estaban en la mente de los ecuatorianos los 2 derrocamientos presidenciales registrados en los últimos 5 años, cuando 8’154.125 ciudadanos habilitados para el sufragio fueron convocados a las urnas el 20 de octubre de 2002. En esa jornada se eligieron: 100 diputados, 5 parlamentarios andinos (primera vez por votación directa), presidente y vicepresidente de la República (primera vuelta).

11 binomios participaron: Lucio Gutiérrez-Alfredo Palacio (PSP-Pachakutik-Nuevo País-MPD); Álvaro Noboa-Marcelo Cruz (Prian); León Roldós-Dolores Padilla (PSE-FADI-Ciudadanos Nuevo País-DP-UDC-PUN-CFP); Rodrigo Borja-Eva García (ID); Xavier Neira-Álvaro Pérez (PSC); Jacobo Bucaram-Frank Vargas (PRE); Jacinto Velásquez-Patricio Larrea (Mov. Transformación Social Independiente); Ivonne Baki-César Frixone (PL, Mov. Esperanza, Transformación y Acción); César Alarcón-Universi Zambrano (Partido Libertad); Osvaldo Hurtado-Gloria Gallardo (Patria Solidaria); y Antonio Vargas-Modesto Vela (Amauta Jatari).

El binomio triunfador en la primera vuelta fue el  de Gutiérrez-Palacio con 913.113 votos (20,32%), seguido de Noboa-Cruz, quienes alcanzaron 776.132 votos (17%), los resultados más bajos de la historia. El 24 de noviembre de 2002, en la segunda vuelta, se ratificó el triunfo de Gutiérrez, quien alcanzó 2’803.243 votos (54,8%); mientras Noboa obtuvo 2’312.854 sufragios (45,2%), repitiendo su ubicación de las elecciones de 1998 con el PRE.

El eslogan ‘Una sola fuerza’-ofrecer un cambio político profundo, combatir la corrupción-, presentarse como candidato independiente, el deterioro de los partidos y el apoyo de la Conaie, UNE, MPD, Pachakutik, organizaciones sociales y grupos empresariales, apuntalaron la victoria de Gutiérrez.

Según el sociólogo y politólogo Napoleón Saltos, en el triunfo de Gutiérrez convergieron 3 procesos: a) el impacto del imaginario de la rebelión del 21 de enero de 2000, con el aporte de indígenas, militares y los movimientos sociales; b) el rechazo al peligro que representaba el magnate Noboa y su propuesta neoliberal, lo que generó una decisión por el ‘mal menor’; y c) la ampliación de la base política gutierrista, dados los compromisos del coronel con sectores empresariales, bancarios y políticos. (I)

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EL HECHO RELEVANTE

El médico condecorado por las FF.AA. ascendió políticamente a partir de la guerra del Cenepa

Del hogar del reconocido escultor ecuatoriano Alfredo Palacio, quien elaboró el monumento a la Revolución Liberal (que fuera ordenado por el Municipio de Guayaquil), y de Ana María González, surgió el vicepresidente de Ecuador para el período 2003-2007, función pública que escaló aún más, porque a los 2 años, 3 meses y 5 días de haber sido electo, debió asumir -en momentos excepcionales- la Presidencia de la República.

Luis Alfredo Palacio González nació en Guayaquil el 22 de enero de 1939. En su ciudad natal realizó sus estudios primarios, en el Instituto Abdón Calderón; los estudios secundarios en el colegio La Salle y los superiores en la Universidad Estatal de la misma ciudad. En 1967 obtuvo el doctorado en Medicina, especializándose luego en medicina interna, cardiología y cirugía en EE.UU.

Tras contraer matrimonio con María Beatriz Paret, con quien procreó 4 hijos, se dedicó a su actividad profesional como hemodinamista-cardiólogo (catéter) en el Hospital Regional del IESS (1974-1976); director científico del Boletín Ecuatoriano de Cardiología (1981-1985); profesor de Medicina Interna en la Universidad de Guayaquil (1975-1988); vicepresidente de la Comunidad Científica Ecuatoriana (1985); y del Conacyt (1988-1992); presidente de la Comunidad Científica Ecuatoriana (1989-1990); y Director Regional 2 del IESS (1994).

En 1994 decidió incursionar en la Administración Pública al aceptar el cargo de Ministro de Salud del gobierno de Sixto Durán-Ballén, que lo ejerció hasta 1996. Durante el conflicto fronterizo con Perú, Palacio organizó el sistema de salud de emergencia, por ese hecho fue condecorado por las FF.AA.

Su acercamiento a Lucio Gutiérrez se produjo en el contexto de la guerra del Cenepa en 1995. En esa época también conoció al militar Eddy Sánchez, cercano a Gutiérrez, quien lo recomendó como candidato vicepresidencial. Palacio no fue el primer consultado, pero fue el único que aceptó ser binomio de Lucio Gutiérrez para participar como independiente, pero auspiciado por el PSP.

Dentro de la campaña, Palacio explotó su imagen de médico para promover la agenda de salud en su esquema electoral. La oferta concreta del candidato a vicepresidente era organizar un mecanismo que permitiera a todos los ecuatorianos tener algún sistema de seguridad de sanidad, al que bautizó con el nombre de Aseguramiento Universal de Salud. (I)