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Los 'niños maléficos' se toman Cannes

Nicole Kidman encabeza el elenco de The Killing of a Sacred Deer, que se estrenó ayer en el Festival de Cannes.
Nicole Kidman encabeza el elenco de The Killing of a Sacred Deer, que se estrenó ayer en el Festival de Cannes.
Foto: AFP
23 de mayo de 2017 - 00:00 - Agencias AFP

Los niños están marcando el Festival de Cannes. Si hasta ahora las películas proyectadas ensalzaban su espíritu combativo o su vulnerabilidad, ayer The Killing of a Sacred Deer y Happy End mostraron un lado diabólico.

De la mano de la pareja cinematográfica de la muestra, Nicole Kidman y Colin Farrell, la despiadada trama de horror de The Killing of a Sacred Deer, del griego Yorgos Lanthimos (’Langosta’), atrapó al público de la Croisette, que contuvo el aliento de principio a fin. La tensión psicológica, reforzada por una música chirriante digna de una película de Hitchcock, llevó incluso a algunos espectadores a abandonar la sala.

Kidman y Farrell, protagonistas también de una segunda película en liza, ‘La seducción’, de Sofia Coppola, encarnan a un rico matrimonio de médicos que junto con sus dos hijos forman una familia feliz. Pero su vida deriva en una pesadilla cuando el hijo de un paciente que Farrell no pudo salvar en el quirófano irrumpe buscando venganza.

El adolescente es interpretado por el actor irlandés Barry Keoghan, frío, despiadado y maléfico y cuya sola presencia en escena incomoda al espectador. “Mis hijos no verán esta película”, dijo entre risas Kidman, tras la proyección.

Otro cineasta europeo, el austriaco Michael Haneke también convierte a la pequeña Eve (Fantine Harduin), en una auténtica diablesa de 13 años en Happy End, un drama en torno a una familia burguesa afincada en el norte de Francia y confrontada con la muerte.

Traumatizada por la separación de sus padres, Eve incuba tendencias suicidas y asesinas, un personaje que sin duda recuerda a los niños de La cinta blanca, con la que Haneke se alzó con la primera de sus dos Palmas de Oro, en la que unos jóvenes maltratados terminan desarrollando una violencia cruel.

Las primeras reacciones de la crítica colocaron al filme de Lanthimos entre los favoritos al máximo galardón y alabaron el trabajo de Kidman como ‘uno de sus mejores en años’, según la revista especializada Screen. Happy End dividió mucho más, entre quienes tacharon la cinta de ‘lo mejor de Haneke’ o de ‘trabajo menor’.

Por ahora, la favorita de los críticos -si bien muy a menudo no anticipan el veredicto del jurado-, es Loveless, del ruso Andrei Zvyaguintsev (’Leviatán’), sobre la insoportable vida de un niño de 12 años, Aliocha (Matvey Novikov), cuyos padres no se quieren ni tampoco lo quieren a él.

Otras dos películas proyectadas hasta ahora en la competición oficial del mayor festival cinematográfico del mundo tienen a niños como protagonistas: La primera es Wonderstruck, del estadounidense Todd Haynes, una fábula sobre dos niños solos y sordos que en épocas distintas parten a la ciudad de Nueva York en busca de uno de sus progenitores. Uno de ellos es interpretado por Millicent Simmonds, una actriz con esa minusvalía.

La segunda cinta es Okja, del surcoreano Bong Joon-Ho y producida por Netflix, cuya decisión de no exhibirla en las salas de cine francesas abrió un polémico debate en el festival. (I)

 

 

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