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El Municipio ahora quiere darle color a la ciudad

Adum pintó varias paredes de grandes dimensiones en 2011, que luego fueron repintadas de gris.
Adum pintó varias paredes de grandes dimensiones en 2011, que luego fueron repintadas de gris.
Foto de Río Revuelto
02 de junio de 2017 - 00:00 - Redacción Cultura

Los primeros días de mayo, el artista ‘sinceptual’ Daniel Adum lanzó, literalmente, el libro Litro x Mate, en el que recoge la historia de la campaña que implementó para pintar de colores las paredes de Guayaquil, en 2011. Arrojó el libro al estero desde lo que fue el espacio contracultural El Inmundicipio. “Para Guayagris”, decía en la dedicatoria.

Adum empezó a pintar las paredes descuidadas que rodeaban su casa, en Urdesa, a inicios de 2011, después de regresar de su residencia en Barcelona. Un día, mientras pintaba, un hombre con una radio portátil lo golpeó con un arma. Ante la alerta, él insistió con su propuesta.

En julio de ese año, Daniel Adum convocó a un grupo de personas a pintar un muro de 200 metros, en la Av. del Bombero, en el norte . Donde antes había árboles endémicos, la regeneración urbana, promovida por el Municipio de la ciudad, había dejado solo cemento. Su propuesta era pintar varios muros con cuadritos de diversos colores que resignificaran la visualidad de las paredes con el trabajo de todos. 

Un mes después, personas vestidas de camisetas con el mensaje ‘Muévete Guayaquil, juntos podemos más’, cubrió su muro con pintura gris. Replicaron la acción en otros dos espacios pintados. Adum fue agredido por personas que “se movilizaban en una camioneta que tenía el logo del Departamento de Justicia y Vigilancia del Cabildo”, según las notas de prensa del suceso. Para entonces, el dirigente de dicho departamento, César Quiñónez, presentó una demanda contra Adum por violentar el ornato de la ciudad. Finalmente, el artista salió bien librado de la acusación. 

La semana que Adum lanzó ‘Litro x Mate’, el Municipio presentó su propuesta GuayArte

Seis años después, la misma semana de la presentación del libro que recopila la historia de ‘Litro x Mate’, el cual suscitó un debate sobre el uso de los espacios de la ciudad,  Jaime Nebot, alcalde de la ciudad, hizo un nuevo anuncio: “Guayaquil se parece cada vez más a la ciudad en la que quieres vivir”.

Nebot baja las escalinatas del cerro Santa Ana pintadas con figuras de pericos, mariposas y leopardos en medio de la flora local. La imagen se difundió en un video en el que lanzaba una nueva iniciativa para la ciudad: el proyecto ‘GuayArte’.

Este programa se ejecutará en dos etapas. En la primera se convocará a artistas nacionales y extranjeros para que presenten sus propuestas para pintar paredes públicas, privadas o escaleras de la ciudad. La segunda parte es la construcción de una zona en la que se junta gastronomía con arte urbano. Uno de los lugares planteados para hacerlo es Urdesa. “Es una forma de llevar el arte y el color a la gente, y no es el ‘manchón’ que daña la propiedad privada arbitrariamente”, manifestó el alcalde Nebot.

Wilfrido Matamoros, gerente de Fundación Siglo XXI, para la regeneración urbana, dice que este proyecto está en su fase inicial y aún no está confirmado si ellos estarían a cargo del proceso. Como organización “hace algún tiempo” pidieron al Alcalde armar una plataforma para arte urbano, pues desde que trabajan con cerámicas de estampas costumbristas ubicadas debajo de los pasos a desnivel que se construyen como parte de la regeneración urbana, han tenido un efecto: no hay más grafitis –entiéndase el rayón con consignas de autores anónimos–.

“Así podemos evitar que se manchen las paredes y podremos mejorar la estética de la ciudad porque nos hemos dado cuenta de que los grafiteros sí respetan este tipo de trabajo”, dice Matamoros en una entrevista telefónica con este diario, quien considera que en Guayaquil hay paredes de gran extensión que podrían servir para acoger propuestas de arte urbano. Incluso cree que se podría plantear una ordenanza para que las paredes de gran extensión en la ciudad y de propiedad privada tengan que acogerse a la medida.

El funcionario no ve este proyecto como una contradicción a la política del Municipio, que en 2011 acusó a Adum de actuar contra el ornato de la ciudad. “Eso fue hace ya mucho tiempo”, dice Matamoros. Pone de ejemplo lo que ocurrió con el trabajo del artista Hernán Zúñiga cuando fue apresado por pintar con talleristas del colegio Bellas Artes un mural bajo un puente de la ciudad. Tiempo después los puentes se convirtieron en una zona para este tipo de expresiones. “Ya se prendió la chispa para que haya menos grafitis. La historia se repite”, dice Matamoros. (I)

Datos

El historiador y crítico de arte Rodolfo Kronfle considera que es importante que se presente un registro del suceso sociológico y cultural que significó ‘Litro x Mate’, cuando el Municipio utilizó su “maquinaria en contra de un solo individuo”.

Adum presentará mañana el libro Litro x Mate, en Quito. Los primeros días de mayo lo hizo en Guayaquil, en lo que fue el espacio contracultural El Inmundicipio.

Durante el período que duró ‘Litro x Mate’, Adum pintó, con otros ciudadanos, paredes en las avenidas del Bombero, en Las Aguas y en los exteriores de lo que fue El Inmundicipio de Guayaquil, en Urdesa.

Entre los lugares que se propone intervenir el Cabildo para el proyecto de arte urbano constan precisamente las paredes de la ciudadela Urdesa. (I)

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