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El Telégrafo
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La placa de Froilán es la última huella de la revuelta en el regimiento

La placa de Froilán es la última huella de la revuelta en el regimiento
27 de septiembre de 2012 - 00:00

El escenario en el que surgió la sublevación policial del 30 de septiembre de 2010 (30-S) sigue en pie, aunque ha sufrido alteraciones de consideración. En el Regimiento Quito Nº 1 aún se concentran temprano en la mañana la tropa policial y los oficiales para recibir disposiciones del día.    

Como consecuencia de los actos violentos protagonizados por un grupo de policías, que incluso atentó contra la vida del Presidente de la República y lo retuvo contra su voluntad en el hospital de la institución, el Ministerio del Interior redistribuyó los departamentos institucionales. 

Reubicó al Grupo de Operaciones Motorizadas (GOM), cuyos miembros aquel día utilizaron  sus motocicletas para amedrentar a la ciudadanía e incitar a sus compañeros que prestaban servicios en la base aérea, la Asamblea Nacional y el Regimiento Quito Nº 2, en el Centro Histórico, para sumarse a la protesta. Esa unidad ahora opera desde la Dirección de Tránsito, en la avenida Galo Plaza Lasso, norte de Quito.

La Comandancia de Policía también reubicó a los gendarmes que el 30-S estuvieron asignados al Regimiento Quito, ahora prestan servicios en otros cantones del país. Los oficiales de esa dependencia pasaron a cumplir tareas administrativas y dejaron de comandar grupos operativos, con la respectiva vigilancia interna para evitar otra revuelta.

El arma de dotación también les fue retirada, tanto a los oficiales como a los policías que fueron procesados judicialmente y que afrontaron procesos disciplinarios en los tribunales internos por mala conducta. A ellos también  se les prohibió usar el uniforme.

De la misma manera, uniformados de otros destacamentos, principalmente de Guayas y Chimborazo, fueron trasladados al Regimiento Quito para reemplazar a sus compañeros en la parte operativa. Un oficial en grado de subteniente, quien ya fue sobreseído por el delito de atentar contra la seguridad interna del Estado, contó que mientras duraron las investigaciones cumplió tareas administrativas, su sueldo fue disminuido y no pudo portar el uniforme ni su arma de dotación.

Recién hace dos semanas recibió la notificación de que volvería a participar de las tareas operativas correspondientes a un oficial de su rango, pero en un cantón del Guayas; días después le autorizaron  recuperar sus implementos policiales.

Actualmente en el Regimiento Quito Nº 1 continúa operando la Unidad de Radiopatrulla, el Comando del Distrito -a cargo del general Juan Carlos Rueda-, la Dirección de Unidades de Vigilancia Comunitaria y el Grupo Antimotines, pero las puertas, ventanas, cerraduras y cerramiento fueron modificados. Además, una parte de su terreno fue entregada al hospital para la construcción de consultorios médicos, edificación que ya está avanzada en un 70%.  

En la casa de salud de la Policía, después de que el coronel César Carrión fue removido de la Dirección, tres personas han estado al frente de la institución en los últimos dos años. Hasta el momento no se ha definido si el Regimiento Quito saldrá de la avenida Mariana de Jesús, pero tampoco existe otro espacio en el que pueda ser reubicado. 

Dos años después de la revuelta, que acabó con la vida de cinco personas, la placa de reconocimiento al policía Froilán Jiménez recuerda lo que no debe volver a pasar.

El Regimiento Quito ha estado cuatro décadas en el norte de Quito. Allí surgió la revuelta

Cincuenta y ocho años después de creada la Policía Nacional se constituyó el Regimiento Quito Nº 1 como el espacio de concentración de los uniformados. Su ubicación, en el norte de la ciudad, fue estratégica para la revuelta policial, pues desde ahí se distribuyeron las comitivas para incitar al resto de compañeros a la protesta y en su poder está el  rastrillo con la dotación de armas y municiones para el personal.

El 30-S, el presidente Correa llegó al regimiento para explicar los alcances de la Ley de Servicio Público, aprobada el día anterior, pero fue agredido físicamente y luego detenido en el hospital.

El destacamento concentra diariamente a 1.000 hombres que prestan sus servicios en todo el distrito

El Regimiento Quito Nº 1 es el lugar símbolo de la Policía porque fue la primera dependencia creada para su planificación. Desde ahí se designan funciones a los 1.000 policías del distrito que colaboran en los 32 circuitos que atienden las Unidades de Policía Comunitaria en distintas tareas. Cerca de 600 barrios que cuentan con programas de seguridad son apoyados por la Policía.

Desde el regimiento también se despachan ambulancias las 24 horas del día. Antes del 30-S, las viviendas y hospitales aledaños se sentían seguros con la Policía, actualmente la institución recupera esa confianza de a poco.

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