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El Telégrafo
Oswaldo Paz y Miño

Violencia en el fútbol, un tema pendiente

16 de junio de 2023

En los partidos de fútbol profesional,  del fin de semana jugados entre el viernes 9 y lunes 12 de junio 2023, se produjeron 10 expulsiones dispuestas por los árbitros, destacando entre ellas dos: las del señor director técnico de Sociedad Deportiva Aucas, César Farías por acciones violentas en contra de dos jugadores del equipo rival El Delfín de la ciudad de Manta, y la del señor jugador, Roberto Luzarraga, jugador de Técnico Universitario, quien también actúo violenta y agresivamente en contra del árbitro central del partido que el citado equipo jugó ante el Libertad de Loja.

Con extrema preocupación planteamos un problema concreto que es público y notorio en el fútbol rentado del Ecuador mismo que requiere de acciones y medidas coordinadas entre el Estado Ecuatoriano, y las entidades privadas que manejan el deporte popular, ya que la violencia en los espectáculos y escenarios del fútbol en el país es de vieja data y no para.

Está claro que el Estado sigue en deuda con la sociedad al no haber creado la ley especifica como existe en otros países sobre violencia en espectáculos y escenarios deportivos, un par de artículos improvisados en el COIP, poco o nada han ayudado para acometer el problema de forma integral. De modo que habremos de esperar para cuando exista una Asamblea Nacional que se dedique a legislar y no ha buscar como destituir al Presidente de la República como objetivo prioritario, y este integrada por gente sapiente y honesta, se cree la citada ley, para lo cual es imprescindible que quienes hayan aceptado ser candidatos a legisladores tengan  los conocimientos y la preparación necesaria para ello, ya que  lo contrario el haber aceptado las nominaciones  conocimientos  para hacer leyes, implica  un acto de corrupción inicial. Una mentira y un engaño a los electores, que termina en que analfabetos inclusive con títulos van a ocupar curules legislativas. Basta ya de eso que vergüenza nacional provocaban los que dejaron de ser tales en la peor asamblea de la historia.  

La violencia en el fútbol se produce dentro y fuera de los campos de juego, de los estadios, se da en las calles y plazas, en las estaciones de buses, en lugares en los que coinciden las “barras bravas”, los ultras, los fanáticos, que contra toda ética y respeto al juego limpio al deporte, acometen en contra de hinchas de equipos rivales, con acciones, como ha demostrado la policía nacional preconcebidas, planificadas, a la entrada o a la salida de los espectáculos acometiendo contra personas y propiedad privada.

Ha habido ya, muertos y heridos en estas reyertas. Está presente la violencia, en formas de racismo, regionalismo, homofobia, xenofobia, de forma indiscriminada en todos los estadios, donde los trabajadores del espectáculo deportivo: futbolistas, árbitros, entrenadores, preparadores físicos, personal en cancha de los equipos reciben desde las tribunas, desde las gradas o suites, insultos procaces, que contienen mordaces expresiones de odio, practicas que tienen que ser erradicadas de los estadios. Desde el anonimato cobarde,  insultar, lanzar objetos a la cancha, invadir campos de juego, se ha visto en el Ecuador, y consta de las actas de sanciones a clubes que es practica continua en los recintos donde se juega el futbol profesional del Ecuador.

Están identificados jugadores violentos, y entrenadores que con frecuencia son echados del campo de juego, que lejos de apaciguar los ánimos estimulan con su mal ejemplo a que los deportistas luego de las decisiones arbitrales reclamen de forma airada, irrespetuosa, y hasta violenta, y tarde o temprano sean excluidos de la cancha, perjudicando al espectáculo que el aficionado paga, afectándose ellos mismos y haciendo daño a su equipo, el que les paga. La actitud violenta y tramposa en la cancha, el mal arbitraje y las erradas decisiones del VAR y los reclamos  son factores de generación de violencia también.

Es hora de cambios y mejoras no solo en la técnica y en la destreza de los deportistas, hay que cambiar la cultura de la violencia, del juego irregular, que implica tirarse al piso y fingir lesiones para buscar expulsiones o penales. Ya basta de golpear luego de arrebatarle la pelota en juego al contrario. El deporte tiene como filosofía el juego limpio, que se haga honor a ello, en la cancha y fuera de ella. ¿Cómo es posible que en una sociedad que se entiende civilizada en el Ecuador y en otros países, ciertos partidos se disputen sin hinchas del equipo contrario por temor a las brutales batallas que ponen en peligro la vida de los asistentes, todo por un partido de fútbol?

Es momento de cambios. El mundo se unió por el jugador VINICIUS del Real Madrid a luchar contra el odio, y la discriminación racista o de cualquier tipo en el deporte. Basta de insultos, ofensas verbales y odio como base para atacar a golpes a los que son hinchas de equipos diferentes. Los dirigentes tienen la palabra, asuman el liderazgo, generen normas, trabajen con el Estado, que de lo contrario, la gente que gusta de ir al fútbol dejará de hacerlo. Todavía los que amamos el deporte lo hacemos, pero no sin miedo de encontrar energúmenos, violentos y odiadores en el camino.

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