Al parecer siete semanas son poco en una vida, pero son una vida en un reality televisivo. Ese es el caso del espacio Hechizando a Samantha, incluido en el programa matutino En Contacto de Ecuavisa desde abril 24. El objetivo es que los hechiceros Gonzalo Cubero, Enrico Bonfanti, Nevel Saberhagen, Loly Ochoa, Chantal Fontaine y Zaida Molina conviertan a Samantha Grey en una sobresaliente caracterización de Sharon, su madre. Este proceso solo sería la preparación para que Samantha se someta al casting para la novela que Ecuavisa prepara sobre la vida de Sharon, no es la garantía absoluta de que el papel será de ella. ¿Entonces para qué ver el reality? ¿no sería mejor que este reality tuviera en cámara a todas las actrices que harán el casting para interpretar a Sharon? Al menos eso sería más justo y no es que deban aparecer todas juntas en todo momento, sino solo para los retos.

El punto es que en Hechizando a Samantha aún no se percibe que haya competencia por el papel de Sharon, sino que se hace una suerte de terapia videograbada con la hija de la fallecida megaestrella ecuatoriana. De los hechiceros, los que más convivieron personal y profesionalmente con Edith Bermeo y su alter ego Sharon, luego La Diva, fueron Saberhagen y Ochoa, y algo menos Molina. Por ello, Samantha ya ha mantenido encuentros con otros amigos de su madre como María Fernanda Ríos, además de mantenerse en su entrenamiento vocal con la cantante lírica Yanina Murga. Es muy complicado el asunto, porque Sharon o La Diva no era Edith Bermeo, era un personaje o producto exitoso que rompía rating y acaparaba taquillas de shows en vivo, una de las artistas más reconocidas de Ecuador en el extranjero y, que tal vez, por ello logró acomodarse más como persona. Edith era más bien la estratega, la emprendedora, la mánager y agente, la madre de familia, la gestora y activista cultural y mediática exitosa. Samantha aún muestra mucha timidez y debe reforzar su autoestima artística.

Erróneo es creer que Samantha Grey no tiene personalidades artística y televisiva, o que tan solo creció a la sombra de Sharon. Pero hacerle un casting para interpretar el lado artístico de su madre sí es ponerla a la sombra de ella. Se le pide que se proyecte e interprete en el escenario y ante las cámaras como Sharon, que cante igual a ella, que la iguale lo más posible en físico, mientras ella repite constantemente ante cámara que le es difícil o no alcanza las notas musicales o el físico de su madre, pero quiere hacerlo.

Hechizando a Samantha es quizá la excusa para que el canal mida la aceptación y rating de quien se cree es la actriz más opcionada para una novela sobre Sharon. Y es a su vez, más que un reality, una novela en sí misma. Hay mucho drama e introspección para Samantha Grey, aún dolida por la muerte de su madre y ahora poniéndose en la piel de ella para interpretarla en pantalla.

El manejo de redes sociales para este reality es agotador. Es difícil no ver la pantalla de Ecuavisa o su canal oficial de YouTube y no querer pasarse por el Facebook de En Contacto. Al menos hay 58.103 personas en Twitter y otro millón en Instagram haciéndole barra a Samy mientras dure el reality. (O)