No es novedad en la televisión ecuatoriana, pero sí es algo para cambiar en 2016, aunque sea gradualmente. Cada reality que un canal hace, especialmente para Ecuavisa, Telemazonas y TC Mi Canal, que son los que más realities producen al año, necesita de previas, promos y notas de color o de contenido que las manejan o bien el programa de farándula del canal -De Boca en Boca en TC-, la revista matutina -De Casa en Casa, En Contacto, el ya desaparecido Café y Bolón- o el segmento de espectáculos del noticiero -En Corto en Teleamazonas-, hasta ahí todo bien. Lo malo es cuando el canal tiene un reality de la casa, como  BLN La Competencia, de Canal Uno, y Combate, de RTS, que a pesar de hacer audiciones para cada temporada ya han constituido elencos de lo que parece haberse convertido en telenovela o serie. Ejemplo: el jueves 7 de enero, Faranduleros S.A., de Canal Uno, dedicó casi enteramente su emisión a hablar de personajes y situaciones sentimentales de BLN La Competencia.

En Combate está por despedirse uno de los participantes con mayor tiempo en el programa, Pepe la ‘Bala’ Tola, de los Naranjas, y se le ha hecho una promo exclusiva para su show de partida. Aquello no pasó ni cuando se retiraron otros participantes de alto nivel y duración media del espacio, como fueron Eduardo Andrade o Denisse Angulo -ahora muy cómoda en su rol de presentadora en PluriTV Intercultural-, que sí tuvieron despedidas internas. Tanto Combate como BLN La Competencia son materia prima para un grueso de notas de programas de farándula y revistas matutinas de sus canales, además de contar con reporteros de planta para el backstage dentro de cada una de sus emisiones. Considérese las simbiosis Combate-El Club de La Mañana-Vamos Con Todo y BLN La Competencia (antes Baila La Noche)-Divinas (matinal ya desaparecido)-Aquí Entre Nos (espacio de enlatados ya reformulado)- Faranduleros S.A. y los trabajos de Karina Hidalgo y Harold Seixas.

En ocasiones, exparticipantes de los realities de competencia han pasado a ser presentadores en modestos espacios en sus respectivos canales o presentadores-reporteros o reporteros en los programas de farándula y matinales. Es que la farándula nacional no se reduce a los participantes de los realities ni el paso por uno de esos shows garantiza nuevos talentos del VHF.

Mientras tanto, la temporada de premios 2015-2016 de la industria audiovisual estadounidense ha entrado en su apogeo con los premios People’s Choice y Globo de Oro. Se aprecia que muchas de esas series están totalmente fuera de las parrillas nacionales y las pocas que sí están, que tal vez fueron nominadas y ganadoras de esos mismos premios en otros años, aparecen en horarios secundarios y terciarios, a veces en la madrugada por sus contenidos adultos. Aún así en las galas no se notó, sobre todo en premios de televisión, ese autorreferencialismo del que padece la televisión ecuatoriana. En el mercado estadounidense los espacios televisivos aprenden a ganarse al público y no solo a sus cadenas. Aquí importa mucho lo que se dice y se cree que si se habla bastante de algo es porque sirve y debe conservarse. El espacio para la renovación aún es estrecho. (O)