El tenista Yannick Noah se convirtió en un ídolo para Francia cuando consiguió el título de singles en Roland Garros en 1983. Los aficionados galos habían esperado desde 1946, cuando Marcel Bernard levantó la Copa de los Mosqueteros para celebrar nuevamente el triunfo de un tenista local.

Debieron pasar 37 años hasta que el joven Yannick, de 23 años, hijo de Zacharie Noah, un exfutbolista profesional camerunés, y de la francesa Marie Claire Echalier Perrier, les volviera a dar esa gran alegría.
Yannick nació el 16 de mayo de 1960 en Sedan (Francia), donde su padre desarrollaba su carrera de futbolista en el equipo local, pero cuando una lesión lo obligó a retirarse decidió regresar a Camerún con su familia en 1963.

Cuando Yannick tenía 11 años, Arthur Ashe lo vio jugando un torneo infantil y quedó impresionado con el talento y las condiciones físicas del pequeño, y se convirtió en una especie de mentor para él. Pronto llego a oídos de la Federación Francesa de Tenis la noticia de este niño que tenía nacionalidad francesa y que vivía en Yaoundé. Los directivos inmediatamente le ofrecieron una beca en uno de los centros de entrenamiento nacional, en Niza, al sur de Francia.

En 1977, Noah era el mejor jugador juvenil de Francia y uno de los mejores del mundo, con 1,93 m de estatura, muy ágil y muy fuerte físicamente. Aprovechaba muy bien su potente primer servicio y no desperdiciaba una sola oportunidad para subir a la red a definir. Era la estrella por la que tanto tiempo había esperado el tenis francés.

En noviembre de 1978, con apenas 18 años, gana su primer torneo profesional en Manila (Filipinas) y una semana más tarde su segundo título en Calcuta (India), y termina el año en el puesto 49 del ranking de la ATP, confirmando que estaba camino a convertirse en una figura de renombre.

En 1982 se convierte en el líder del equipo Copa Davis de Francia y gracias a sus triunfos alcanzan la final, dejando en el camino a Argentina, en Buenos Aires, derrotando a Checoslovaquia -con un gran triunfo de Noah sobre Iván Lendl en cinco sets-, y en semifinales a Nueva Zelanda. En la final, a pesar de jugar en casa en Grenoble sobre una cancha de arcilla bajo techo, caen frente a Estados Unidos, que tenía en sus filas al #1 del mundo, John McEnroe, y la mejor pareja de dobles del planeta McEnroe y Peter Fleming. Noah cae en 5 ajustados sets frente a McEnroe, pero consigue el único punto de su equipo venciendo a Gene Mayer cuando la serie ya estaba definida.

En 1983 Noah cumple una dura pretemporada junto a su entrenador Patrice Hagelauer, la meta es llegar en las mejores condiciones a la temporada de arcilla. Los resultados no se hacen esperar y el francés se corona campeón en los torneos de Madrid y Hamburgo, y llega a Roland Garros en gran forma.

En la primera ronda vence con facilidad al sueco Anders Jarryd, en la segunda al paraguayo Víctor Pecci, en tercera al estadounidense Pat Dupre, en octavos de final al australiano John Alexander, para colocarse en cuartos de final sin haber cedido un solo set.

Su rival era Iván Lendl, ambos se conocían desde los torneos juveniles. El checo llegaba como el tercer favorito y ya había sido finalista en París en 1981, el francés era el sexto clasificado y contaba con el abrumador apoyo de sus seguidores. En un gran partido, Noah sale airoso, ganando 6-0 el cuarto set, ya estaba en semifinales, donde su rival, para sorpresa de todos, era otro francés, Christophe Roger-Vasselin, quien había eliminado nada menos que a Jimmy Connors en la ronda anterior.

Su rival en la final, el sueco Mats Wilander, había ganado el título antes de cumplir los 18 años y no estaba dispuesto a ceder su corona. Tuve la suerte de estar presente en esa final, la cancha totalmente llena, el público volcado a favor de su ídolo, un ambiente verdaderamente espectacular.

Desde el primer punto del partido, la estrategia de Noah estaba muy clara, no darle ritmo al sueco entrando en intercambios largos desde la línea de base, variar los efectos y subir a la red en todo momento.

La fama de Noah y la adoración de sus compatriotas también tuvieron un lado negativo para él: no tenía privacidad, no podía caminar tranquilamente en la calle, el asedio de los fanáticos y de la prensa era incesante. Incluso, en un momento llegó a declarar que había pensado saltar desde un puente al río Sena.

Noah optó por pasar largos períodos en Nueva York, donde podía tener más libertad y más tranquilidad.

Al año siguiente no pudo defender su título en París, Wilander se tomó la revancha y lo venció en 5 sets en los cuartos de final; sin embargo, se coronó campeón en dobles junto a su compatriota Henri Leconte.

Yannick ganó 23 títulos individuales a lo largo de su carrera, el último en Sídney en 1990. Tras su retiro fue nombrado capitán del equipo Copa Davis francés, con el que consiguió la Ensaladera de Plata en 1991, derrotando al poderoso equipo de Estados Unidos, con Pete Sampras y André Agassi.

Tras estar alejado de la Davis durante 1993 y 1994, Noah retoma la capitanía en 1995 y en 1996, vuelve a guiar a Francia al título, venciendo a Suecia por 3-2 en una final de infarto en Malmo, que se decidió con el triunfo de Arnaud Boestsch sobre Nicklas Kulti 10-8 en el quinto set.

En 1997, con Noah como capitán, Francia consigue la Copa Federación, o Fed Cup, la competencia por equipos más importante en la rama femenina, venciendo en la final a Holanda.

Tras una carrera deportiva llena de victorias. Noah se encuentra actualmente más dedicado a la música, es un cantante y compositor de mucho éxito.

Su hijo Joakim, fruto de su primer matrimonio con la Miss Suecia 1978 Cecilia Rodhe, es una estrella del baloncesto en la NBA con los Chicago Bulls. En su segundo matrimonio con la modelo británica Heather Stewart Whyte procreó dos hijas, Elijah y Jenayé.

Actualmente está casado con la francesa Isabelle Camus y tienen un hijo.