La espeluznante lesión en la rodilla de la tenista estadounidense Bethanie Mattek-Sands (foto), que fue sometida a más pruebas, puso el foco en el estado de la hierba de las canchas de Wimbledon.

Al poco tiempo de empezar el torneo, el jugador alemán Dustin Brown ya adelantó que las pistas estaban particularmente lentas esta temporada y que incluso las canchas de Roland Garros, de tierra batida, “puede que sean más rápidas”.

La lesión de Mattek-Sands se produjo tras varios días de intenso calor, situación que no ayuda a la hierba, ya castigada por cuatro días de partidos.

La jugadora de 32 años está ingresada en un hospital privado próximo al All England Club por la lesión, en la que pareció que la rodilla se le salía de lugar cuando frenó en su subida a la red, durante su partido de segunda ronda ante la rumana Sorana Cirstea.

“Bethanie es sometida a más exámenes esta mañana y deberíamos saber más en las próximas horas”, informó la WTA, la organización que dirige el circuito femenino de tenis.

“Bethanie le da las gracias a todos sus seguidores por sus mensajes de apoyo”.

Su rival, la rumana Cirstea, quedó visiblemente impactada, y explicó que la rodilla estaba fuera, en una posición muy rara. “Me asusté. No había visto nunca antes una lesión así, la rodilla estaba realmente en una mala posición. Era algo que solo se ve en las películas”.

Cirstea dijo que la camilla con la que evacuaron a la jugadora tardó entre 10 y 15 minutos en llegar, y que, durante ese tiempo, solo cuidaron de Mattek-Sands ella misma, su fisioterapeuta y el esposo.

El All England Club publicó un comunicado respondiendo que la primera asistencia “estaba en la cancha 17 en menos de un minuto, la de un miembro cualificado del servicio de ambulancias”. (I)

“No queda césped en la cancha donde jugamos”

La francesa Kristina Mladenovic explicó que ella y su rival pidieron cancelar el partido, pero que les dijeron que había que seguir. La respuesta “fue que teníamos que seguir jugando. No estoy segura de cómo están las otras canchas, si están tan mal como la 18”.

“Creo que todo el mundo puede verlo. En primer lugar, el color de la cancha, que ya no queda hierba, que la línea de fondo, por donde corremos, resbala mucho. Hay que correr ligera y no pisar muy fuerte”. (I)