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El Telégrafo
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Los homosexuales padecen un martirio en Chechenia

Un gay checheno que no puede revelar su identidad por motivos de seguridad escapó de su hogar y ahora vive en Moscú, con miedo a sus perseguidores.
Un gay checheno que no puede revelar su identidad por motivos de seguridad escapó de su hogar y ahora vive en Moscú, con miedo a sus perseguidores.
Foto: AFP
25 de abril de 2017 - 00:00 - Agencia AFP

Ilia tiene cara de cansado. Maltratado y torturado por hombres con uniforme militar en Chechenia, este homosexual huyó hasta Moscú con el miedo en el cuerpo. “En Chechenia solo podía elegir entre mentir o morir”.

A sus 20 años, se esconde en una casita de ladrillo rojo en las afueras de la capital rusa, donde reside junto con otros cinco chechenos que también tuvieron que abandonar la pequeña república musulmana del Cáucaso ruso. Todos se niegan a revelar su verdadera identidad por temor a ser identificados y perseguidos. 

“Si uno de mis familiares se entera de que soy homosexual, no dudará en matarme”, explica Nortcho. “Y si no lo hacen, entonces alguien los matará por no haber restablecido el honor de la familia”.

La homofobia es común en Rusia, pero no alcanza el extremo de Chechenia donde la homosexualidad, considerada como un tabú, es un crimen pasible de muerte en la mayoría de las familias.

A finales de marzo, una investigación del diario independiente Novaia Gazeta suscitó indignación. El medio, conocido por sus artículos críticos con Ramzán Kadírov, el hombre que dirige Chechenia con mano de hierro desde hace diez años, asegura que los homosexuales son blanco de las autoridades locales.

Según el periódico, las fuerzas de seguridad detuvieron a más de cien homosexuales e incitaron a sus familias a matarlos para “lavar su honor”. Novaia Gazeta añade que al menos dos personas murieron a manos de sus familiares, y una tercera falleció como consecuencia de actos de tortura.

Los defensores de los derechos humanos llevan años denunciando abusos y secuestros por parte de las milicias del poder, los llamados “kadirovtsi”.

Convocado por el presidente ruso Vladimir Putin, Kadírov negó cualquier tipo de violencia contra los homosexuales en Chechenia y calificó los artículos de “provocación”. Su portavoz aseguró, por su parte, que los homosexuales “no existen” en la república.

Aunque Putin no hizo ningún comentario, su portavoz Dimitri Peskov dijo que las acusaciones “no se sostienen” y anunció que los hechos son investigados.

La publicación del artículo de Novaia Gazeta también suscita críticas en el extranjero, entre ellas de la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikky Haley, quien se mostró “preocupada” por estas informaciones.

‘Respiro’

En Moscú, la Liga LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales) ayuda a los chechenos que huyeron de la república musulmana. La oenegé, que recibe “entre tres y cuatro llamadas de auxilio al día”, ha sacado de Moscú a 30 personas en peligro, según Olga Baranova, responsable de la oficina de la asociación en la capital.

Aunque Ilia vive ahora a más de 1.800 kilómetros de Grozni, la capital chechena, se sobresalta cada vez que un coche se acerca a su casa, protegida por una reja. “Al ayudarme, la Liga me ha dado un respiro, pero acabarán por encontrarme”, susurra.

En octubre, tres hombres con uniforme militar lo llevaron a un campo y lo golpearon. Una inmensa cicatriz cruza la parte baja de su cara. “Lo filmaron todo. Me dijeron que lo pondrían en las redes sociales si no pagaba 3.350 euros ($ 3.600). Me endeudé y pagué”, cuenta con un hilo de voz.

Después huyó a Moscú. “Unos militares fueron a ver a mi madre y le revelaron que soy homosexual”, recuerda. “Estoy asustado. No he logrado dormir desde que me fui de Grozni”.

‘Tiranía absoluta

Z. abandonó Chechenia hace dos semanas. Él tampoco consigue dormir. Tiene demasiado miedo a que su mujer y sus dos hijos descubran su homosexualidad.

En marzo, lo encarcelaron “en una prisión no oficial” durante una semana. “Había otros homosexuales en la celda, algunos habían recibido palizas”, dice. “Cuando me liberaron, entendí que tenía que marcharme lo antes posible”.

Para Tania Lokchina, de la oenegé Human Rights Watch, “bastaría con una llamada del Kremlin a Kadírov para acabar con los arrestos”.

Oficialmente, la Fiscalía General abrió una investigación ayer lunes. Pero la Policía dice que no recibió “ninguna denuncia” de víctimas, según la delegada rusa para los derechos humanos, Tatiana Moskalkova, citada por la agencia TASS.

“Es sencillamente imposible imaginar que alguien vaya a testificar sin garantías de seguridad”, se indigna Lokchina. “Las personas de la comunidad LGTB, que ya son muy vulnerables, no solo deben temer a las autoridades, sino también a sus propias familias”.

Para la periodista de Novaia Gazeta, Irina Gordienko, amenazada de muerte por el gran muftí checheno tras su investigación, Kadírov ejerce una “tiranía absoluta” en Chechenia con el acuerdo tácito del Kremlin. “Esa es la clave del problema: la impunidad de las autoridades chechenas”, concluye. (I)

Datos

Chechenia es una de las repúblicas que conforman la Federación Rusa. Tras la disolución de la Unión Soviética, este territorio proclamó su independencia lo que originó una guerra con Moscú.

Chechenia se encuentra ubicada en el norte del Cáucaso, en la parte más meridional de Europa del Este y a menos de 100 kilómetros del mar Caspio. La capital es Gorzni.

En el censo ruso de 2010, la república contaba con una población de 1’268.989 personas, de mayoría musulmana.

Han ocurrido dos guerras en Chechenia. La primera entre 1994 y 1996. La segunda entre 1999 y 2009.

El primer enfrentamiento dejó 14.000 fallecidos, el segundo ocasionó la muerte de entre 25.000 y 50.000 personas.

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