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El Telégrafo
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Un grupo de jóvenes expondrá sus sueños en una obra

El teatro se involucra en la recuperación de consumidores

Los talleres de 4 módulos son impartidos por actores, dramaturgos y locutores. Los ensayos son en el MAAC. Foto: William Orellana/El Telégrafo
Los talleres de 4 módulos son impartidos por actores, dramaturgos y locutores. Los ensayos son en el MAAC. Foto: William Orellana/El Telégrafo
07 de noviembre de 2015 - 00:00 - Redacción Sociedad

Abrazado a un peluche, Paúl representa sobre el escenario un sueño que había sido repetitivo en los últimos días. “Fúgate”, es la palabra que dice un monstruo, en invitación a retornar a su tierra natal. Paúl accede a fugarse y lo hace nadando. El monstruo representado por siete jóvenes más, nuevamente se presenta en el sueño y Paúl decide enfrentarlo. Son sus miedos.

La escena es solo una de las que conforman una obra de teatro, protagonizada por ocho jóvenes que permanecen internados en un centro de rehabilitación de Guayaquil por consumo de drogas.

Pero más allá de la actuación, la participación de los jóvenes tiene como finalidad ayudarlos en su recuperación a través de la propuesta ‘Reheart’, creada en el marco de los proyectos de aplicación profesional que realizan los estudiantes de la universidad Casa Grande.

Gustavo Jara, de la carrera de Relaciones Públicas, explica que junto a cinco compañeros de Marketing, Comunicación Escénica y Psicopedagogía, decidieron crear el proyecto que consiste en impartir un taller de teatro con una duración de dos meses. “Nos dimos cuenta de que el teatro es un método desintoxicante, para la mente y el cuerpo, al momento de hacer diferentes actividades, tanto de dramaturgia como al expresar tu voz”, manifestó Jara.

Para ello hicieron una investigación con profesionales en el tema e identificaron la necesidad para los internos de tener actividades lúdico-educativas que impulsen su talento, aptitudes artísticas, y que colaboren con su proceso de reinserción social.

El proyecto está compuesto por 4 módulos, impartidos por actores, dramaturgos y locutores. Los directores y psicólogos del centro de rehabilitación participante se encargan de evaluar de manera periódica la evolución de los internos durante el desarrollo de los talleres.

El primer piloto comenzó el 7 de septiembre y en estos días los talleristas realizan un ensayo de la obra que presentarán a sus amigos y familiares el próximo 19 de noviembre, en la Casa de la Cultura.

La profesora en teatro, Itzel Cuevas, destacó que muchos de ellos no tenían idea de lo que era un teatro, pero que su entusiasmo los llevó a involucrarse mucho en el trabajo. “Al principio es difícil porque están cansados, tienen una rutina que hace que estén con flojera, pero con el pasar de los días han demostrado un cambio notorio en su desenvolvimiento”.

Cuevas indicó que la temática de la presentación está armada en cinco cuadros basados en sueños que han tenido los jóvenes. “Buscamos que no fuera un tema impuesto y que hablaran de lo que ellos quisieran, ya sea de su problema, de sus sueños referidos a los de dormir y de sus anhelos”.

El profesor Marcelo Leyton ha tenido experiencia en trabajos similares y considera que el teatro contribuye a la recuperación, dependiendo del aporte que entregue cada persona al proceso.

Añadió que a plazo inmediato sí ha notado un cambio entre sus alumnos. “Uno de ellos dijo que hace tiempo no se reía sin drogas, y si se han sostenido durante todos estos meses es porque algo les ha movido”.

Paúl está convencido de que el arte ha sido fundamental en su recuperación, incluso espera profesionalizarse en esta rama. (I)

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