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El musgo de cultivo es una nueva opción para decorar los pesebres

El musgo que se comercializa es seco y se lo puede guardar más tiempo sin que sea afectada su textura natural. Hay presentaciones de colores.
El musgo que se comercializa es seco y se lo puede guardar más tiempo sin que sea afectada su textura natural. Hay presentaciones de colores.
Fotos: Álvaro Pérez / El Telégrafo
16 de diciembre de 2016 - 00:00 - Redaccion Sociedad

El expendio de musgo natural, que crece en los páramos de la Sierra y en lugares de la Costa y Oriente, se observa con menor frecuencia en las calles de Quito y Guayaquil.

La venta masiva se redujo considerablemente, hace dos años, cuando entró en vigencia el Código Orgánico Integral Penal (COIP), en cuyo artículo 247 estableció que extraerlo constituye un delito contra la flora y fauna silvestre.

“La persona que cace animales o extraiga (...) especies vegetales en peligro de extinción de su hábitat natural será sancionada con prisión de uno a tres años y se aplicará el máximo de la pena si el hecho se realiza dentro del Sistema de Áreas Protegidas”.  

El Ministerio del Ambiente (MAE) prohíbe su comercio, que se da mayormente en diciembre por la época navideña, pues la remoción afecta los ecosistemas.

Su extracción -explica la cartera de Estado- desequilibra el ciclo hidrológico en el lugar de retiro, erosiona los suelos y disminuye el hábitat de la microfauna silvestre. Además, reduce la biodiversidad y el deterioro del paisaje.

Por ello, en noviembre de cada año se inicia la campaña ‘No arranques la piel de los árboles’, en la que funcionarios del MAE y de la Policía Nacional actúan para evitar su comercialización.

Entre 2013 y 2015 se incautaron 256 sacos de musgo. El personal especializado del MAE los reinsertó en espacios naturales para que puedan reproducirse. Los colocan  en ramas y troncos previamente identificados como adecuados para la reinserción en el bosque húmedo del Pasochoa o en el bosque seco de Tababela en Pichincha.

Su importancia

La consultora ambiental Elena Sánchez precisa que la planta preserva espacios de vida natural que son vitales para otras especies.

Las clases de musgos que protege el MAE -detalla- son el hogar y el alimento de animales silvestres. “Proporcionan humedad y nutrientes para que germinen otras semillas; captan el agua de la neblina;  favorecen la acumulación de material orgánico; y desempeñan un rol imprescindible dentro de la dinámica de los bosques”.

Alternativas legales

En reemplazo del musgo tradicional se vende la especie silvestre que es tratada de forma natural en plantaciones controladas. El producto tiene licencia del MAE.

Blanca Lincango, vendedora de artículos navideños en el parque La Carolina (Quito), indica que es una fibra natural que se la siembra y cosecha específicamente para ser utilizada como adorno de los pesebres. “A la gente le sigue gustando este elemento”.

Este producto, a diferencia del tradicional que es de tonalidades verde, es seco y es de los colores  amarillo y naranja. Lo comercializan en pequeñas fundas que llevan impresas la certificación del MAE. Su costo varía de $ 2,50 a $ 3.

“Vale la pena comprarlo, si se trata de cuidar el ambiente y preservar esta especie, a pesar de que su costo es elevado. Antes se pagaba $ 0,50 por una funda grande de musgo habitual (cuya venta está restringida) y ahora se cancela hasta el triple por una cantidad menor de este elemento cultivado”, comenta Fernanda Iza, visitante de la feria navideña.

Otra alternativa de los usuarios son los productos artificiales: alfombras con césped de plástico y flores, césped sintético, hojas secas y papel musgo.

Permisos

El MAE -según su página web- otorgó dos licencias de cultivo de los especímenes silvestres de musgo a la microempresa Peña Dorada (productora de plantaciones controladas en Pichincha).

La primera licencia se concedió en el cantón San Miguel de los Bancos en cultivos de pitahaya y cítricos. El segundo permiso fue para la producción de 360 sacos de 60 metros de Tillandsia usneoides (barba de viejo), obtenida de los cultivos de chirimoya. La microempresa Nieblí -también de Pichincha- cuenta con autorización para comercializar los especímenes silvestres de musgo en plantaciones controladas. “El MAE trabaja por el uso sostenible de musgo, a través de la verificación y emisión de una licencia de comercio interno”. (I)

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