Salvo un pequeño hundimiento en una de sus mamas, Carmen Vallejo desestimó que podría tener cáncer de seno. No tenía antecedentes familiares de la patología. Esta anomalía alertó al galeno. Una mamografía y un eco ratificaron que padecía la enfermedad (2010). Ella tenía 51 años.

La afección está en estadio 3, por lo que fue sometida a quimioterapia y posteriormente a una mastectomía (extirpación de la glándula mamaria) para eliminar las células cancerígenas.

El tratamiento continuó con sesiones de radiología; sin embargo el año pasado encontraron metástasis del cáncer (extensión de la enfermedad a otra parte del cuerpo). “Si me hubiese percatado a tiempo de este problema serían mayores mis expectativas de vida. Pero me ha servido para ser agradecida con las cosas que Dios me da a diario”, comenta Carmen.

Según información de Solca existen factores de riesgo que pueden relacionarse a la aparición del cáncer de mama: menarquia precoz (menor a los 12 años) o menopausia tardía (mayor a 55 años).

También se incluye tener un primer parto -después de los 30 años-no brindar lactancia materna y utilizar terapia hormonal de reemplazo combinada (estrógenos-progesterona) por más de un lustro.

El diagnóstico precoz y una vida saludable son los dos temas que el Ministerio de Salud Pública (MSP) promueve entre las mujeres.

“El 40% de cualquier tipo de cáncer se puede prevenir evitando factores de riesgo (consumo de alcohol y tabaco) e impulsar una vida saludable”, cuenta Romina Costa, especialista en enfermedades crónicas no transmisibles del MSP, entidad que realiza un tratamiento integral a la patología.

El costo promedio del tratamiento -por 8 meses- en una paciente que recibe quimio, radioterapia y cirugía bordea los $ 20.430.

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La prevención

Por ello, la obstetra Sara Céspedes recomienda consumir frutas y verduras, hacer ejercicio físico y revisiones médicas permanentes.

“Una mujer debe ser muy rigurosa en sus atenciones ginecológicas de manera anual, sobre todo a partir de los 20 años y si observa alguna anormalidad en sus pechos debe acudir al especialista”, dice.  

La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca el beneficio de los exámenes oportunos. “Los conocimientos científicos actuales sobre las causas del cáncer de mama son insuficientes, por lo que la detección precoz es la piedra angular de la lucha contra esta enfermedad”.

Costa puntualiza que solo entre el 5% y 10% de cánceres son producto de tumores hereditarios, que muchas veces se presentan antes del medio siglo de vida.

“El mayor número de diagnósticos se da a partir de los 50 años, por ese motivo en Ecuador hacemos tamizajes (mamografía) a la mujer desde esa edad, sin descartarse que puedan haber exámenes antes, por las condiciones hereditarias”.

Costa indica que la supervivencia de una paciente diagnosticada con cáncer de mama en estadio I o II puede llegar al 100%. “Mientras avanza el estadiaje disminuye el porcentaje de vida: en estadio III llega a 72%, mientras que en el IV a 22%”.

El nivel o estadio de la enfermedad se establece en función de si es o no invasiva, el tamaño del tumor, el número de ganglios linfáticos afectados y la propagación a otras partes del cuerpo.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el cáncer de mama es el tercero más frecuente en el colectivo.

El Registro Nacional de Tumores señala que el mayor número de personas que padecen esta enfermedad se encontraban en Quito, Guayaquil y Loja. En un quinquenio se incrementó el 30%. También ese tipo de cáncer en el segundo que produce más muertes de ellas: 641 hubo el año pasado y 2.760 entre 2012 y 2016.   

Las cirugías

Para Biviana Paredes, oncóloga clínica del MSP, cuando existe un diagnóstico temprano lo mejor es recurrir a una operación de la zona afectada.

“La cirugía es la decisión estándar y, de acuerdo a los estudios complementarios que se hace a la parte extraída, se decide si continuar con quimio o radio como terapias adyuvantes”.

La especialista aclara que la intervención no garantiza la no reaparición. “Por ese motivo las pacientes deben continuar los controles y tratamientos específicos, según las recomendaciones de sus médicos”.

Paredes reitera que cuando se detecta el cáncer en estadio temprano, las afectadas logran curarse tras un período aproximado de cinco años con tratamiento hormonal.  

“El médico especialista valorará  a la paciente de forma permanente hasta determinar que efectivamente la enfermedad tuvo una remisión (desapareció), por lo que los chequeos serán más distanciados”.

Empero reitera que una persona que tuvo un primer cáncer es más susceptible a padecer otro, en la misma región o en otra parte del cuerpo. (I)