Bachilleres técnicos reinventan el diseño y utilidad de muebles

Catalina Toscano, Melanie del Valle, Briggite Mariscal, Andreína Cedillo, Melanie Espinosa y Guillén Castillo trabajaron  durante seis meses en el diseño de la “cama abatible con escritorio”.

El mueble de roble, a simple vista, sirve de mesa para hacer tareas (donde se puede poner computadoras y cuadernos); pero las alumnas desarrollaron un mecanismo para que al halarla desde el extremo superior hacia abajo se transforma en cama de una plaza. 

El invento -según sus creadoras- ahorra tiempo, espacio y es útil en habitaciones pequeñas.

Ellas expusieron su trabajo en la Feria de Emprendimiento que se desarrolló en la Unidad Educativa Técnica Experimental 28 de Mayo (Guayaquil), en la que participaron estudiantes de tercer año de bachillerato técnico.

Érika Laínez, subsecretaria de Educación de la Zona 8, recorrió los estands y explicó que los proyectos están encaminados para que ellos desarrollen una empresa para que “al terminar el colegio tengan una oportunidad laboral”. Ella adelantó que se hará una selección para escoger a los estudiantes ganadores.

En la feria se expusieron  15 emprendimientos que fueron creados por 300 alumnos con el acompañamiento de docentes. Previamente, los colegiales realizaron encuestas, análisis e investigaciones de mercado. Kléber Zapata, rector del establecimiento, detalló que “serán calificados y la nota es parte de su formación”.

Los estudiantes desde el primer año de bachillerato empiezan su formación como emprendedores.

Otros estudiantes que enfocaron su proyecto en el diseño de muebles multifuncionales son Ivette Flores, Denisse Chela, Alan Rivera y Alejandra Andrade.

El grupo hizo el bosquejo de una banca que  se convierte en silla-escritorio, en asientos o un pupitre que puede emplearse en instituciones educativas. Las dos sillas pegadas se convierten en una banca al halar los asientos hacia adelante y voltear el respaldar que es sujetado con bisagras.

Inventos con material reciclado
Gabriela Herrera y Melissa Moreno acuden a clases en la mañana y en las tardes dedican un tiempo al reciclaje de palos de escoba y pallets que se usan en los puertos para transportar mercadería.

Ellas ‘curan’ la madera con barniz y fabrican vineras, colgadores de ropa, mesas para salas y cunas. Los costos de estos artículos van desde $ 30 hasta $ 60.

Asimismo, Coraima Marcillo, Génesis Flores, Anahís Bermeo y Kelvin Vargas usaron madera, lata y vidrio para confeccionar el “tanset”, que es un tanque metálico que se abre y en su interior hay divisiones y cajones cuadrados para guardar artículos.

“Queremos entrar en el mercado. Este invento nos servirá para crear una microempresa y pagar nuestros estudios universitarios”, expresó Kelvin.

De su lado, Adrián Soledispa, Víctor Valdiviezo y Naomi Plaza presentaron una aspiradora elaborada con botellas de plástico.  El artefacto, que funciona con baterías o corriente, tiene un motor de 12 voltios y reduce el consumo de energía.

“Sirve para limpiar el carro o la casa porque no pesa. Su costo es de $ 10”, precisó Naomi.

También sobresalieron en la feria una revista infantil de cuentos, jabones naturales de glicerina, velas aromáticas y lámparas luminosas y la crianza de tilapias. (I)