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Las cenizas de los volcanes ayudan a descifrar si está cerca una erupción

Las cenizas de los volcanes ayudan a descifrar si está cerca una erupción
Archivo / EL TELÉGRAFO
11 de octubre de 2016 - 16:06 - Redacción Web Quito

Ecuador se encuentra en un sistema montañoso fascinante, pero es necesario conocer a detalle cuáles son los volcanes que están en proceso eruptivo para crear planes de emergencia.

Esa fue una de las conclusiones dentro de las investigaciones sobre el monitoreo aplicado en las elevaciones del país, a cargo de expertos ecuatorianos y franceses.

Los resultados se conocieron en un ciclo de conferencias a cargo de técnicos del Laboratorio Mixto Internacional Conjunto Sismos y Volcanes en los Andes del Norte (LMI SVAN) que presentó los estudios realizados en los últimos 4 años.

El LMI SVAN es un proyecto de colaboración científica a largo plazo entre el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), 3 universidades de Francia y el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (EPN). El organismo científico hace investigaciones sobre sismos y volcanes con el objetivo de reducir las amenazas asociadas.

El evento se llevó a cabo en la Escuela Politécnica Nacional en donde participaron más de 50 científicos. Ahí se presentaron los estudios de la actividad sísmica del volcán Cotopaxi desde 2015.

Jean-Luc Le Pennec, técnico francés, detalló que se realizó un análisis a los cráteres que se encuentran cerca de las capitales de cada provincia para determinar el grado de peligro en caso de una erupción. Por ejemplo, se analizó al Tungurahua que está ubicado cerca de la ciudad de Baños y es una zona de turismo.

El experto reconoció que todos los volcanes que tienen una actividad explosiva fuerte pueden ser peligrosos. Ese es el caso del Pichincha que se activó en 1999. Dijo que aunque en ese entonces se registró un proceso leve, esta elevación puede presentar una actividad fuerte.

Otra elevación, dijo, es el Atacazo que también ha tenido erupciones fuertes.

En cuanto al Cotopaxi, Le Pennec explicó que de acuerdo a su proceso se encuentra en erupción. De ahí la importancia de mantener planes de contingencia. "Tenemos que aprender a vivir con estos procesos porque demoran cientos de años", señaló.

No obstante, el técnico francés advirtió que hay volcanes que no representan peligro para los habitantes. Ese es el caso del Pasochoa, Sincholagua, Rumiñahui, que se encuentran erosionados y no se esperan más erupciones.

Técnicas de medición

Hugo Yépez, exdirector del Instituto Geofísico de la EPN, explicó que el monitoreo en las elevaciones se realizan con base a tecnología de punta. Para esto, se realiza el análisis de varios elementos propios de los cráteres. Una de estas son las cenizas.

Yépez explicó que esta sustancia aporta con información valiosa ya que proporciona las fechas en las que se han producido las erupciones, cuándo se han movido las fallas geológicas y hasta la concurrencia de los sismos.

El técnico ecuatoriano puso como ejemplo que las cenizas sirvieron para analizar el comportamiento de la falla de Pallatanga en el centro sur del país, que fue responsable del terremoto de 1797.

"Hay una característica en cada erupción de cada volcán. Con ella se puede identificar los estudios de relación entre cada volcán y cuál es la fecha de las erupciones". Incluso, dijo, "se pueden reconstruir historias eruptivas de volcanes de zonas específicas".

El análisis de la tefra (ceniza) permite además ver si existe acumulación de vapor o de explosiones, gases magmáticos con lo que se puede medir evoluciones volcánicas.

En el caso del Cotopaxi se realizaron estudios con cenizómetros que están a cargo de los moradores de la zona en el occidente del Cotopaxi. "Es una tecnología local que se emplean botellas de agua de Güitig cortadas en la mitad, unas balanzas y unos microscopios para determinar la actividad interna y externa del volcán". (I)

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