Marlene Villamagua todas las semanas recibe, por medio de su correo electrónico, promociones de ropa, accesorios o electrodomésticos de tiendas virtuales.

Esa situación, sumada a los comentarios favorables de sus amigas (clientes habituales de compras electrónicas), la animó a experimentar su primera adquisición por esta moderna vía.

Ella empleó la página Wish, que trae productos desde China. “Al principio me daba recelo y por eso mi primera compra fue de pequeños productos que sumaron $ 20”, comenta la naturópata quiteña, de 43 años. Aunque recibió el pedido tras cuatro meses de espera, sí estuvo contenta con la calidad y el precio bajo.

Para su siguiente adquisición cambió de portal y apostó por un sitio ecuatoriano, donde gastó $ 100 en aparatos electrónicos. Esa vez fue más cuidadosa y observó los detalles que todos deben contemplar antes de realizar el trámite a través de un sitio web.

Andrés Burbano de Lara, presidente de la Asociación de software del Ecuador, explica que el ícono de un candado en la barra de dirección muestra seguridad e indica que la información que ahí se coloque (datos personales y de tarjetas) está encriptada y no puede ser hackeada fácilmente por los piratas.

Por ese motivo, insiste en que solo se ingresen los datos de pago cuando existan las condiciones mínimas de seguridad en el espacio.

Además, aclara que ninguna institución financiera o de comercio en línea solicita detalles personales o claves a través de e-mail; por lo que en caso de recibir este tipo de solicitudes “nunca debe seguir sus instrucciones”.

La tarjeta de crédito es la más utilizada en las transacciones en el ciberespacio y por ello, como seguridad adicional, envían al cliente un mensaje de texto con un código que luego debe ser replicado en la compra para asegurarse de que es él quien realiza el negocio; caso contrario puede bloquear el pago.

Pero esta seguridad adicional no la brindan las tarjetas poco conocidas en el mercado nacional.

El comercio electrónico también permite pagos a través de débito bancario y hasta en efectivo, posterior a la entrega del pedido, como ocurre con la compra de comida a domicilio.

Políticas de devolución

Como en el mundo físico, antes de comprar en internet debe asegurarse de que se puede devolver o reponer un producto con el que no esté totalmente satisfecho.

“La mayoría de páginas deben dar acceso a sus políticas de devolución y solo una vez conocidas las cláusulas se debe dar click en el botón de aceptar todas las condiciones”, sugiere Verónica Falconí, docente de la carrera de Sistemas e Informática de la Universidad de las Américas.

La académica agrega que en sitios web donde no se realizan pagos a empresas, sino a personas (como OLX o Mercadolibre) es necesario basarse en la reputación del vendedor.

“Esa es la garantía de seguridad para hacer una transacción en ese tipo de páginas. Además, en caso de pactar algún encuentro físico para finiquitar la compra, es recomendable hacerlo en un lugar público”.

Falconí sugiere tener siempre un antivirus actualizado en la computadora para evitar posibles afectaciones al aparato electrónico por publicidades que son virus.

Un portal seguro -observa- es aquel que brinda autenticación (confirmación de datos), confidencialidad (banco que entrega el valor) y criptografía (que permite el uso de algoritmos de encriptación para que la información no sea visible a hackers).

Portales ecuatorianos

Hace cuatro años se constituyó Yaesta.com, uno de los portales nacionales con mayor número de ventas y que está especializado en artículos de audio, video y electrodomésticos.

Su cofundador Alejandro Freund cuenta que las ventajas del ecommerce son: el tiempo que se ahorra, la posibilidad de recibir artículos de elevado volumen en casa y el bajo costo de los mismos.

“Una refrigeradora está por debajo del precio en relación a un almacén comercial y con la ventaja de que existe variedad de modelos, que una tienda física no la puede equiparar”,  dice Freund.

Este portal brinda información detallada de cómo realizar la compra, los medios de pago y la política de devolución. En cinco días promedio llega el producto a la casa. “Cuando no podemos cumplir en ese tiempo tenemos la opción de devolverles el dinero”. (I)