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Ecuador venció las artimañas para empatar en Bogotá en 2001

Ecuador venció las artimañas para empatar en Bogotá en 2001
27 de marzo de 2016 - 00:00 - Redacción Fanático

Juan Francisco Aguinaga y sus compañeros de la selección trataban de hacerse entender con señas frente al árbitro saudí Youssuf Al Aquily. El poco inglés que sabían no les salía en esos momentos de tensión, durante el empate sin goles entre Ecuador y Colombia del 5 de septiembre de 2001.

La historia reciente de los partidos entre Ecuador y Colombia tiene resultados recurrentes a favor de los ‘cafeteros’. Si de visitas se trata, la ‘Tricolor’ solo ha conseguido 1 punto en las últimas 4 eliminatorias frente al rival que enfrentará este martes en Barranquilla.

El menor de los Aguinaga recuerda que, a pesar de que el central no los entendería, el DT Hernán Darío Gómez les pidió que no dijeran malas palabras frente a él. Según el ‘Bolillo’, la FIFA entrena a los árbitros para entender insultos en otros idiomas y quería evitar alguna sanción para sus dirigidos.

“Teníamos que hacer presencia frente al juez, porque yo veía que los colombianos conversaban mucho con él; teníamos que intimidarlo un poco, algo que juega mucho en el fútbol”, contó el exjugador.

La actuación de un árbitro de otra confederación tuvo una razón de ser en esas eliminatorias. En octubre de 2000 se firmó un programa de intercambio entre confederaciones, determinado por la FIFA, en el que se decidió que colegiados de otras latitudes dirigieran en las eliminatorias sudamericanas, a partir de la ronda de revanchas.

Ese partido, en el estadio Nemesio Camacho ‘El Campín’ de Bogotá, representó uno de los impulsos finales para que Ecuador consiguiera la primera clasificación a una Copa del Mundo: la de Corea-Japón 2002.

Faltaban solo 4 fechas para el final de la eliminatoria y ese punto fomentó el objetivo de la ‘Tri’, que venía de caer 0-2 contra Argentina en casa. El empate confirmó a Ecuador como uno de los candidatos a clasificarse, mientras su rival quedaba herido de muerte.

La presión sobre el representativo local era evidente, ni la conquista por primera vez de la Copa América en julio de ese año por parte del combinado ‘cafetero’ servía para consolar a los aficionados, quienes ansiaban ver a su selección en territorio asiático. Ecuador no debía sentirse cómodo, tal vez por eso, en el hotel donde se alojó, no acomodaron a la plantilla en el mismo piso, como debe ocurrir con las delegaciones deportivas. Los futbolistas, miembros del cuerpo técnico y directivos, fueron repartidos en forma dispersa entre varios pisos.

Tonny Ocampo, kinesiólogo de la Selección Nacional entre 1998 y 2012, cuenta que no hospedarse en la misma planta impidió que los jugadores durmieran bien en la víspera de la confrontación. Como también estaban albergados aficionados colombianos, estos, además de beber en el restaurante y el bar, llevaron la farra a los cuartos. Eran cerca de las 04:00 cuando un grupo de guardias impidió que varios hinchas, bajo los efectos del licor, se trenzaran a golpes con Ocampo y el preparador de arqueros, Milton Rodríguez, quienes pidieron a los bullangueros cesar los festejos. Lo que sí pudo evitar el cuerpo técnico de Ecuador es que se pinte el camerino el día del cotejo. Esta artimaña es muy usada en el ámbito futbolístico sudamericano, pues el fuerte olor a pintura de caucho afecta a los deportistas.

Ocampo confiesa que el ‘Bolillo’ era muy amigo del conserje del estadio Nemesio Camacho; por eso, una comitiva de 6 personas realizó un reconocimiento no oficial al escenario la noche del 4 de septiembre. Entre esas personas estaban Gómez, el asistente técnico Elkin Sánchez; el coordinador de selecciones Vinicio Luna, y Tonny Ocampo.

Conocedor de los artificios del fútbol regional, al ingresar con el conserje al camerino visitante, ‘Bolillo’ confirmó sus sospechas: los tarros de pintura estaban adentro, listos para ser utilizados. El timonel los confiscó y colocó en las puertas unos candados que había llevado desde Quito.

Cazando culpables

Al finalizar el encuentro las pifias del público reflejaron la desazón popular; de nada sirvió el retorno del timonel Francisco ‘Pacho’ Maturana en lugar de Luis Augusto García. El ‘Pacho’ no pudo vencer a su exasistente técnico, ‘Bolillo’ Gómez, quien, en cambio, escribía lo que en ese entonces era la página más brillante en la historia del balompié ecuatoriano.

La igualdad sin goles dejó en la prensa la necesidad de encontrar explicaciones; no faltaron los medios que reprocharon el desempeño de la terna saudí asignada para el compromiso. Se cuestionaron sus decisiones en 2 incidencias: una falta en el área sobre Giovanny Hernández a los 23 minutos, que los colombianos alegaron como penal, y la anulación de un gol de Juan Pablo Ángel, quien cabeceó en un dudoso fuera de juego.

Pero las críticas principales se centraron en el funcionamiento de la selección y en el trabajo de Maturana. Incluso en la rueda de prensa posterior al duelo -según reseñó diario El Clarín de Bogotá-, Mauricio el ‘Chicho’ Serna estuvo a punto de caerle a golpes al caricaturista Martín Bayona, luego de que este calificara de mediocre la Copa América que alcanzó el elenco y acusó al combinado de defraudar al pueblo.

En realidad, el ‘Chicho’ ya había perdido la cabeza durante el partido, a 10 minutos del final. Serna chocó con Edwin Tenorio, quien cayó al piso y sin intención golpeó al jugador colombiano con el pie izquierdo. Serna le respondió inmediatamente con una patada en la espalda, provocando una gresca entre ambas selecciones.

La reacción del volante, que en aquella época militaba en Boca Juniors, mereció su expulsión. El colegiado Youssuf Al Aqily le exhibió la tarjeta roja y eso facilitó las labores defensivas de la ‘Tri’, que se puso a tiro de acceder al mundial. (I)

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