Los primeros vitrales que llegaron al Ecuador, hace 136 años, fueron colocados en la iglesia cuencana de San Alfonso. Actualmente, los mismos son restaurados, ya que presentaban abombamientos en sus estructuras, daños de la pintura, suciedad y roturas.

En enero, la Dirección de Áreas Históricas y Patrimoniales suscribió un contrato para la recuperación de estos vídrios, que se caracterizan por ser de origen francés y de autoría de Henry Louis Víctor Gesta. El director de esta dependencia, Pablo Barzallo, informó que se destinaron $ 320 mil para esta obra.

Además destacó la importancia de estos elementos porque son los únicos de Sudamérica, por lo tanto tienen una riqueza cultural y artística para Cuenca y el país.

El encargado de intervenir en estos murales es Patricio León junto a un equipo de restauradores. Desde abril, en el taller del profesional cuencano, ubicado al norte de la ciudad, realizan un trabajo minucioso en los 88 vitrales.

León recuerda que desde hace siete años inició con el proyecto de recuperación, realizó un análisis preliminar y determinó el estado crítico de los cristales, pero no hubo una entidad que apoye.

El trabajo de los profesionales empezó con el levantamiento de la información, que se encuentra en un documento de 11.400 páginas. Allí se detalla la historia, simbología, iconografía, fichas de cada imagen y catalogación.

Pablo Sosa, quien es parte del equipo de restauradores, contó que  los elementos fueron llevados al taller con la respectiva protección y que fueron colocados uno por uno en las mesas para la limpieza. (I).