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Loja colonial, surgimiento y formación de la 'Centinela del sur'

Loja colonial, surgimiento y formación  de la 'Centinela del sur'
Foto: Álvaro Pérez / El Telégrafo
17 de enero de 2016 - 00:00 - David Sánchez Ramírez. Cátedra Abierta de Historia. Universidad de Cuenca

Dos décadas después de la fundación de Loja, la ciudad crecía lentamente al igual que su población. Según Juan de Salinas y Loyola (conquistador español, primer gobernador de Yaguarzongo), “la ciudad de Loja después de 25 años es muy grande […], se construyó desde el primer momento la casa en que funciona el Cabildo, la Iglesia Matriz, y dos monasterios el de los dominicanos y el de los franciscanos”.

Desde un primer momento, según Salinas y Loyola, Loja tuvo 2 monasterios: de los dominicanos y de los franciscanos; tiempo después de la fundación también se creó el Monasterio de Nuestra Señora de las Nieves —actual monasterio de las madres concepcionistas de Loja—, este convento tiene un libro fundacional que data de 1596. El mercado de la ciudad estaba bien abastecido, había un comercio de telas finas y ordinarias y también menciona que desde el primer momento la ciudad tuvo artesanos como herreros, sastres, zapateros, plateros, fabricantes de sillas de montar, “así como armas y aun de pólvora”.

Por otro lado, la población indígena se asentó en los alrededores de la ciudad formando las primeras parroquias rurales, al respecto Salinas menciona: “la población indígena dispersa se la reducía a la formación de poblados rurales, que iban configurando las cabeceras cantonales y las parroquias”.

Así también Pío Jaramillo Alvarado, haciendo alusión a lo que describe el doctor Rumaldo Navarro, oidor de la Audiencia de Quito, dice que para 1761 en el corregimiento de Loja hay los siguientes pueblos: “Oña, Saraguro, San Juan del Valle, Guachanamá, Gonzanamá, Cariamanga, Sosoranga, Yuluc, Dominguillo, Catacocha, San Lucas de Ambocas, Cisne, Malacatos y San Pedro del Valle” además, según Navarro, la población total del corregimiento, para 1761, era de 26 mil almas.

Con respecto a la población afroamericana, Salinas menciona que es escasa, que tiene un precio en relación con la raza, y describe: “Negros esclavos hay pocos y asimismo libres […] El precio común que tiene un esclavo es doscientos cincuenta o trescientos pesos, y si es negra buena de servicio, cuatrocientos o quinientos”.

Tiempo después de la fundación y la pacificación de la región, se implementó la encomienda en Loja, para ese entonces, existía un puñado de encomenderos (españoles con condición de hidalgos) que se encargaron de administrar el trabajo de los indígenas, su cuidado y catequización; según Pío Jaramillo Alvarado, para 1595 se tiene constancia de algunos encomenderos como: “Hernando de Cárdenas, de Calva y Cangochamba; Pedro de Lazcano, de Garrochamba, Amboca, Chungacaro y Poma; Pedro Cianca, de Guachanamá; Juan Tostado, de Celica; Pedro de Murcia”, entre otros.

La encomienda y la mita (institución colonial que consistía en dotar de trabajo a los indígenas por un salario) requerían de control para su buen funcionamiento, según el historiador Galo Ramón Valarezo, la producción de tributos dentro de la encomienda y el pago de la mita se complementaba; la población indígena debía pagar tributos (impuesto que pagaba el indio a la corona española) a los encomenderos “tanto en plata, como en productos […] en Piura muestran que los repartimientos indígenas pagaban un 50% en productos de su zona demandados en el mercado y el otro 50% en plata”. La organización del trabajo indígena y su control fue posible debido a la agrupación de la población indígena en pueblos, según Galo Ramón Valarezo, este sistema de control se llamó “reducciones”, el propósito fue lograr el mayor control posible sobre el número de tributarios (indígenas que pagaban un tributo) y mitayos (indígenas que trabajaban en una mita), convertir los pueblos en reserva de mano de obra para trabajos relacionados con la minería o agricultura, deslindarlos de las tierras de la comunidad y arrebatárselas; sin embargo, según Galo Ramón Valarezo, las reducciones no tuvieron el control esperado, y por lo tanto fue necesario la inclusión de las doctrinas de la Iglesia, así, para 1571, la Iglesia había creado 2 doctrinas en Zaruma, 9 en Loja, 3 en Zamora, 9 en Yaguarzongo, 13 en Piura y en los Llanos, dotándoles a cada uno con un cura. Finalmente, otra de las actividades que se desarrolló décadas después de la fundación fue la minería; esta tuvo en Loja su auge, según el historiador Pío Jaramillo Alvarado, en 1556 y 1566, en Zamora, Zaruma y Yaguarzongo; respecto a esto, Galo Ramón Valarezo menciona que la explotación aurífera generó un mínimo de 1 millones de pesos de oro; sin embargo, tuvo inconvenientes debido a levantamientos indígenas “la actividad minera en las zonas orientales experimentó un rudo golpe con el levantamiento shuar de 1599 […] fue reemplazada por la producción de Zaruma, que desde 1579 había logrado una importante producción que se mantuvo hasta 1625 […] Desde ese año, se inicia un prolongado período de crisis de la minería, hasta 1763, año en que comienza un período de reactivación que se extiende hasta 1820”.

Durante el tiempo que la minería tuvo su esplendor, impulsó el desarrollo de la región sur, el sistema hacendatario e incentivó la producción de bienes así como el aumento de población por la necesidad de mano de obra para la minería. Uno de los inconvenientes que tuvo la minería de Zaruma (una de las más importantes de la región sur) fue la falta de mano de obra.

En conclusión, el sistema colonial en el corregimiento de Loja se desarrolló con algunos contratiempos; sin embargo, se consolidó. Este sistema desde el inicio aspiró la organización del espacio y del trabajo en relación con la hacienda y la minería, se fue desarrollando lentamente y el impacto que provocó a la región definiría su historia posterior, a pesar de la crisis y los períodos de conflictos, la región sur perseveró en su objetivo de consolidarse como un espacio vital de la temprana colonia en América y lo alcanzó durante un breve período. (O)

¿Cómo fue el sistema colonial implantado?

Después del descubrimiento y conquista de América, la colonización española significó un proceso de administración de las tierras del Nuevo Mundo, en la práctica, fue un sistema político, económico y social de organización y gobierno de los nuevos territorios; un sistema similar de administración que se desarrollaba en España en el s. XV con algunas variantes. En la región sur del actual Ecuador, en Loja, el sistema colonial se consolidó después del proceso de conquista y fundación de la ciudad, un proceso que tomaría años; desde el inicio los primeros corregidores en Loja tuvieron que pacificar la región, organizar a la población indígena, distribuir los territorios y espacios disponibles. Dentro del proceso de colonización se implementaron la encomienda y la mita, sistemas que repartían a la población indígena a los encomenderos (españoles con condición de hidalgos) para su evangelización, control y el trabajo en torno al pago de tributos; sin embargo, la implantación de este sistema tardaría décadas en afianzarse, debido a la feroz resistencia de la población indígena y la disputa de tierras entre los mismos encomenderos. Según Galo Ramón Valarezo, en 1555 se pacificó por completo la región, dando inicio a la actividad minera, el período de auge se produjo entre 1556 hasta 1625 generando una gran cantidad de recursos y lo que permitió, a su vez, el desarrollo de la Gobernación de Yaguarzongo. (O)

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