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Ecuador, 28 de Marzo de 2024
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El Telégrafo
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Las fiestas del Señor de Girón son con carne, gallina, yuca, chicha y aguardiente

El lugar donde se venera el Señor de Girón es uno de los espacios mejor decorados. La música no puede faltar porque son días de fiesta.
El lugar donde se venera el Señor de Girón es uno de los espacios mejor decorados. La música no puede faltar porque son días de fiesta.
Foto: Fernando Machado / El Telégrafo
28 de octubre de 2017 - 00:00 - Rodrigo Matute Torres

La tranquilidad de Norambote, pequeña comuna al oeste de la provincia del Azuay, se rompe una vez al año a mediados de octubre para celebrar las fiestas del Señor de Girón.

Sus habitantes dejan por un momento la agricultura y la ganadería y aceptan la invitación del prioste principal para ser parte del festejo de ocho días, solo en este sitio.

Manuel Plaza, prioste o también  conocido como ‘El Alcalde’, no descansa, no quiere dejar “nada suelto”, porque sus invitados tienen que ser bien atendidos. Él llegó después de 24 años a su Girón, desde  Estados Unidos, donde reside. “Es una gran emoción estar junto a mi familia”, dice y no deja de abrazar a su madre, Margarita Nieves.

Mientras tanto en una pendiente está Jorge Lazo, guía, (persona que va a un costado de la imagen en sus procesiones), junto a varios habitantes de la comuna. Ellos han sido designados para despostar una res, cuya carne servirá para alimentar a los invitados durante los días de fiesta.

Además del animal, se ha matado a más de 40 gallinas, se pelaron varios quintales de papas y yuca. El mote y la chicha no pueden faltar en este acontecimiento como tampoco un traguito para poner alegres a los fiesteros. “Es una tradición que viene desde nuestros bisabuelos”, indica Salvador Arévalo, mientras corta la leña, también una tradición dentro de este festejo.

La fiesta del Señor de Girón, según sus propios habitantes, tiene más de cien años. Para ellos, hay dos razones por las cuales no morirá este acontecimiento. “Primero porque la imagen nos protegerá si hay un terremoto en este lugar”, dice Gerardo Gómez, y en segundo lugar, el Cristo es el patrón de los migrantes, en especial de los que van a Estados Unidos.

Cada colaborador tiene funciones asignadas. Existen las platilleras, jovencitas que llevan los arreglos florales junto a la imagen. El Altarero, persona encargada de cuidar el altar donde está el Señor de Girón y además vigila y apunta a quienes no cumplen con sus obligaciones. También está el ‘Cuetero’.

Vicente Balladolid es un joven de 22 años que no descansa, su misión es lanzar estos ‘cuetes’ (cohetes) al cielo en señal de que el pueblo está de fiesta.

El altar donde está el Señor de Girón es el lugar mejor decorado. Más de 15 velas, flores, luces e incienso adornan y perfuman el sitio.

Fausto Ávila, concejal del cantón  dijo que estas expresiones religiosas fomentan también el turismo del Azuay, aunque falta mayor apoyo a escala nacional para poder promocionar.

Indicó que las fiestas se extienden hasta finales de noviembre, ya que no solo Lazo es prioste. “Existen tres personas más encargadas de venerar la imagen y están distribuidos en distintos sectores del cantón azuayo. (I)

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