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Se construyeron siete hornos de tiro invertido

Ladrilleras reducen la emisión anual de dióxido de carbono

Las personas encargadas de fabricar ladrillos en Cuenca ahora tienen facilidades para su trabajo, pero también están protegiendo su salud.
Las personas encargadas de fabricar ladrillos en Cuenca ahora tienen facilidades para su trabajo, pero también están protegiendo su salud.
Foto: Fernando Machado / El Telégrafo
28 de noviembre de 2016 - 00:00 - Redacción Regional Sur

Con el programa ‘Eficiencia Energética en Ladrilleras Artesanales’ (EELA), se redujo la emisión, en aproximadamente 15 mil toneladas de dióxido de carbono por año e incrementó las utilidades de los productores. Estos resultados fueron presentados por la Comisión de Gestión Ambiental (CGA )del Municipio cuencano y la Fundación Swisscontact.

El alcalde de esta ciudad, Marcelo Cabrera Palacios, sostuvo que también se logró el ahorro de combustible, la disminución del tiempo de quema, incremento de producción de ladrillos artesanales, productos de mejor calidad y la disminución de ‘humos negros’, mejorando las condiciones laborales del sector ladrillero en esta ciudad.

Como parte del proyecto EELA se construyeron, hasta el momento, siete hornos eficientes, cuyos costos fueron asumidos por los productores y se fomentó el uso de batidoras, extrusoras y ventiladores.

“Este proyecto permite a los productores visualizar de manera real su trabajo, permitiendo la innovación y resaltando la producción, calidad, creatividad y esfuerzo, único sustento económico para miles de artesanos y familias”, recalcó el primer personero municipal.

El proyecto tiene por objetivo mitigar el cambio climático, mediante la reducción de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) específicamente los contaminantes de vida corta como son los conocidos “humos negros”, que se emiten por la quema.

La primera fase del programa EELA se ejecutó, entre febrero de 2010 y abril de 2013, en nueve áreas piloto de varios países de Latinoamérica: Argentina, Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, México, Honduras y Nicaragua.

“Esta primera fase permitió identificar  alternativas tecnológicas y buenas prácticas que mejoran la eficiencia energética en la producción de ladrillo, logrando la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero GEI y el incremento de ingresos de las familias que dependen de esta actividad”, dijo la directora de la CGA, Catalina Albán.

“Cuenca fue la primera ciudad del Ecuador en unirse al programa, se implementó un plan piloto demostrativo mediante la  implementación de un horno eficiente de tiro invertido, máquinas batidoras de arcilla o barro, ventiladores que permiten alcanzar la combustión completa en la quema de los hornos”, indicó, logrando la reducción del consumo de leña y tiempos de quema, así como la aplicación de buenas prácticas ambientales. (I)

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