Un total de 180 hectáreas de bosque primario y pajonal se quemaron durante estos cuatro días en la zona de Llaviuco y Sorrocucho, además de la vida silvestre que existe en este lugar. Este sitio limita con el área protegida de Mazán, que a su vez es parte del Parque Nacional El Cajas, ubicado en las afueras de Cuenca.

Desde el domingo, día en que se encendieron las alarmas de todas las instituciones de socorro, el fuego no pudo ser sofocado. Solo fue posible hasta ayer en la tarde, cuando una fuerte lluvia ayudó al trabajo que habían desarrollado elementos del Cuerpo de Bomberos, Ejército, Gestión de Riesgos, Municipio de Cuenca, Policía y otras instituciones. Las llamas, según miembros del Cuerpo de Bomberos, en algunos momentos alcanzaron los 4 metros de altura, quemando toda la vegetación a su alrededor.

La zona es de difícil acceso. Desde el sector de Sayausi los voluntarios caminaron no menos de 3 horas, según el coordinador de la Secretaría de Gestión y Riesgo de la Zona 6, Galo Sánchez.

Desde el martes, un helicóptero de la Policía Nacional ayudó a sofocar el siniestro ya que los vehículos del Cuerpo de Bomberos no pudieron ingresar a la zona, por lo tanto el trabajo se hizo de manera manual, utilizando batefuegos, ramas y otros elementos.

En esta emergencia el helicóptero efectuó más de 15 descargas con un equipo Bambi Bucket, con un total superior a los 10.500 litros de agua. En la parte alta de la montaña no pudo trabajar el aparato por cuanto los fuertes vientos pusieron en peligro la máquina.

La lluvia se desató luego de las 16:00. Lo más importante fue que se situó en la cuenca alta, es decir, donde está ubicado el Parque Nacional El Cajas. “Las lluvias ayudaron al trabajo que realizaron todas las personas que desde el domingo estaban en ese lugar y (el incendio) se ha apagado en un 100%”, manifestó Patricio Lucero, comandante del Cuerpo de Bomberos Cuenca.

En horas de la mañana del miércoles se movilizó personal de 7 instituciones hasta el sitio de Llaviuco y Sorrocucho. Las Fuerzas Armadas pusieron a disposición 41 militares, con 2 camiones.

El Cuerpo de Bomberos Cuenca, con 20 hombres más y 3 camionetas para el sobrevuelo, se movilizó con un piloto y para la inspección en territorio la Secretaría de Gestión de Riesgos puso a disposición una camioneta y un técnico.

Por su parte, la empresa Etapa llevó al sitio 12 guardabosques y 10 más fueron puestos por el Ministerio del Ambiente.

El director de Gestión de Riesgos de la Municipalidad, Geovanny Iñamagua, manifestó que el acceso a la zona fue difícil.

“No se puede ingresar maquinaria porque los terrenos tienen pendientes, son rocosos y las condiciones meteorológicas son inadecuadas”, añadió.

De igual forma detalló que se tomaron las medidas necesarias para precautelar el bienestar de las 10 familias que habitan en la zona baja del bosque.

En tanto el jefe del Cuerpo de Bomberos indicó que la emergencia dejó tres personas heridas, entre ellas un bombero que se cayó ayer mientras trabajaba para sofocar el incendio en la montaña.

“No pudimos tener al personal más de 24 horas en el lugar debido al desgaste físico que experimentaba”, dijo Lucero, quien acotó también que los soldados que ayudaron en esta labor sufren las consecuencias, puesto que la altura (más de 3.800 metros sobre el nivel del mar) les afectó y algunos sufrieron desmayos.

El COE cantonal resolvió que al  parecer es un incendio provocado y enviarán al Ministerio del Ambiente evaluaciones y documentación pertinente para las investigaciones. (I)

Especies endémicas, en peligro de desaparecer por el incendio en El Cajas

La zona de Mazán es un área protegida y pertenece al Parque Nacional El Cajas. El incendio amenaza este sitio y es por eso que hay prioridad en protegerlo por parte de los voluntarios.

Este lugar está lleno de vida silvestre, como también de vegetación, muchas de ellas únicas de este lugar. Para el biólogo, Danilo Minga (foto), de la Universidad de Azuay, con el incendio la fauna y flora tiende a disminuir, pero en otros casos incluso a perderse. En la zona existe un árbol denominado romerillo que es una especie que crece hasta los 20 metros de alto y produce un fruto que es buscado por los loros que están en esta zona. “Mazán es el único refugio de esta especie de árbol que tiene un metro de diámetro y los árboles son centenarios”, indicó el biólogo. En el sitio hay también el aguacatillo, los que producen frutos para muchas aves que llegan al lugar. “El bosque de Mazán es el último remanente que se conserva en la región interandina sur”, manifestó.

A Minga le preocupa una planta que se llama genciana, puesto que es única del lugar. “Si las llamas han llegado al sitio, se habrá perdido un descubrimiento y una planta nativa que no existe en otro lugar o región”, manifestó.

En lo que respecta a la fauna, en este sitio existe los venados, los tucanes andinos, y otros. “aquí están los refugios, como no hay quién les moleste a las aves, ellos permanecen en este sitio”, manifestó el catedrático de la Universidad del Azuay.

Además de esto, el recurso hídrico es importante conservar en la zona. Según Minga, los incendios destruyen los terrenos y consecuentemente las esponjas que detienen el agua. “En el futuro podremos tener crecidas de ríos”, manifestó.

Los técnicos del Ministerio del Medio Ambiente también están preocupados por esta situación. En el lugar hay plantas como la chuquiragua, el gañal, laurel,   quinua, garau,  serrac, bromelias, huicundos, orquídeas, lianas, musgos, líquenes.  Además anfibios reptiles, mamíferos, aves, entre otras especies muchas de ellas están definidas como endémicas. Es un lugar de anidación, madrigueras, bebederos, sitios de alimentación, reproducción, un incendio, según ellos, ocasionaría severos impactos  a  la  biodiversidad  del  área y  su  estabilidad ecológica. José  Esteban  Torracchi,  coordinador  zonal  6 del  Ministerio  del  Ambiente, indicó  que  se realizará  el seguimiento para determinar las causas del siniestro. (I)